22/12/2024

Muere el historiador Luis Suárez, gran defensor de la Iglesia y España contra la Leyenda Negra

Este domingo ha fallecido a los 100 años de edad el historiador y académico Luis Suárez Fernández (1924-2024), asturiano de Gijón, uno de los más ilustres investigadores de la Historia de España, en particular en la Baja Edad Media y el reinado de los Reyes Católicos.

Doctorado en Historia en 1947 por la Universidad de Madrid, fue catedrático en la Universidad de Valladolid, donde fue rector durante varios años (1965-1972) y de la Universidad Autónoma de Madrid hasta su jubilación, siempre en el ámbito de la Historia Medieval.

Doctor Honoris causa por la Universidad de Lisboa, el 23 de enero de 1994 ingresó en la Real Academia de la Historia con un discurso titulado Monarquía hispana y revolución Trastámara. También era miembro de la Academia de Buenas Letras de Barcelona. Dirigió la Escuela de Historia y Arqueología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Roma. Entre 1972 y 1974 fue director general de Universidades e Investigación.

Algunas de las obras de Luis Suárez publicadas por la editorial Rialp.

En 2001 recibió el Premio Nacional de Historia por su trabajo Isabel I, Reina. Era uno de los grandes conocedores de la vida y el reinado de Isabel la Católica. Lejos de limitarse a la investigación académica, utilizó su amplio saber para ilustrar la verdad histórica de la Iglesia y de España frente a la Leyenda Negra, la identidad católica de España y el alcance de su misión evangelizadora.

Alguna de las obras de Luis Suárez publicadas por editorial Ariel.

También es autor de la obra Franco. Crónica de un tiempo (Actas), la obra más extensa y completa publicada sobre ese periodo.

«La leyenda [negra]», escribió Luis Suárez, «se gestó de una manera especial en el siglo XVII como vehículo de propaganda en un momento en que Europa se debatía en medio de un conflicto cuyas raíces se hallaban en lo más hondo del pensamiento, ya que se trataba de demostrar que España, parte de la Casa de Habsburgo, no tenía razón. Y las cosas fueron tan lejos que en la Enciclopedia, en el artículo referido a España, parecía llegarse a la conclusión de que Europa hubiera sido más feliz en el caso de que España no hubiera existido. Ésta es la causa, y no otra, de que el Gobierno español tuviera que poner el veto sobre esta magna obra».

Frente a la leyenda negra u otras falsedades o mitologías históricas, sostenía el historiador y académico, «no se trata únicamente de deshacer calumnias ni de reiterar errores; la tarea de un historiador consiste en exponer las cosas exactamente como fueron. Pero uno de los defectos de las últimas generaciones consiste sobre todo en reincidir en esas tendencias suplantando la verdad por el error en la manera que a las ideologías políticas conviene«.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»