En una entrevista publicada por el diario ABC, el cardenal Gerhard Ludwig Müller recuerda que todo Papa está vinculado a la Palabra de Dios y no puede modificar la doctrina a su antojo. Subraya que el Pontífice no es un monarca absoluto y que su autoridad tiene límites definidos por la fe revelada. Además advierte que no se debe cuestionar la autoridad de los obispos en un sínodo.
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