19/01/2025

Negar la comunión a quien esté en pecado «es inconstitucional», dice la ministra de Igualdad

«Lo que ha sucedido en Segovia ¿es legal, ministra? El Gobierno ¿va a tomar una medida para que esto no vuelva a ocurrir?».

Las preguntas -con indisimulado sesgo- de Gemma Nierga este viernes en 59 Segundos (un programa de La 1, cadena pública) iban dirigidas a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, socialista y profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Valladolid.

Y «lo que sucedido» en Torrecaballeros (Segovia) es que el párroco niega la comunión al alcalde socialista, Rubén García, porque que se proclama públicamente gay activo y convive con su pareja (con la que, de hecho, compareció en el programa). El obispado de Segovia respalda al sacerdote porque «los católicos saben que para recibir la Eucaristía, tanto si son homosexuales como heterosexuales, se necesitan unas condiciones objetivas de moralidad, y que la Iglesia tiene autoridad para negar la comunión cuando no se cumplan, sobre todo si provoca escándalo entre los fieles, como ha sucedido en los casos de Segovia».

«Las reglas eclesiásticas tienen que interpretarse a la luz de la Constitución»

Pero, según Redondo, esto es «claramente y abiertamente inconstitucional«, pues en su opinión «no se puede discriminar a un ciudadano LGTBI y exigirle que opte o bien por su fe o bien por su condición sexual». Y añadió: «Espero que haya denuncia y que se llegue hasta el Tribunal Constitucional y sea el Tribunal Constitucional el que aclare este asunto que para mí es diáfano».

Según la ministra, esta semana se pondrá en contacto con la Conferencia Episcopal «para generar un diálogo» y exponer el «criterio» del Gobierno de que «estas acciones» son «claramente discriminatorias». Un criterio que, por lo manifestado en esta entrevista, consiste en que sea ella y no la Iglesia la que decida quién puede comulgar y quién no.

Redondo insistió en que esto lo resuelva el Tribunal Constitucional mediante una sentencia, no solo por violar el principio de igualdad del artículo 14 de la Constitución, sino también el artículo 16 que garantiza la libertad religiosa, pues, según dijo, «no se está tratando de igual manera en relación a la fe y a la libertad ideológica y de conciencia: no se puede exigir a un ciudadano que decida si tiene libertad religiosa y de conciencia o si tiene libertad en su condición sexual. Creo que es una ponderación de derechos que tendría que valorar el Tribunal Constitucional. Las reglas eclesiásticas tienen que interpretarse a la luz de la Constitución«.

La chocante petición de la ministra, en la práctica, establecería un «derecho a comulgar» para cualquier ciudadano, católico o no, pues toda negativa de la Iglesia por la causa que fuese (la no pertenencia a la Iglesia, por ejemplo) podría ser considerada discriminatoria.

Y llega después de que ella misma pontificase desde X, no solo sobre las «reglas eclesiásticas», sino sobre el mismo Evangelio. En un tuit del 12 de enero, ella ya había establecido que el sacerdote afectado por sus ataques «desconoce el Nuevo Testamento«. Citaba la epístola de San Pablo a los Gálatas y terminaba: «La buena noticia del Evangelio es la fraternidad y el amor frente a toda forma de discriminación».

Las lecciones de teología de Ana Redondo.

Sin embargo, la no-discriminación de Gálatas 3, 28 que cita la ministra («Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo») hace referencia a la condición de las personas, no a sus acciones ni a sus pecados. En efecto, Redondo hace mención a la «condición sexual» del alcalde como si ésa fuera la causa de que se le niegue la comunión, pero ésa no es la razón esgrimida por el sacerdote ni por la diócesis en su respaldo al sacerdote. En todo momento hacen referencia al pecado público que implica no la condición, sino las acciones que proclama el edil socialista con su vida pública.

Como dejó claro el comunicado diocesano, el párroco «se ha visto obligado a negar la comunión a personas del mismo sexo que viven según el modo matrimonial, lo cual puede ocurrir también entre personas heterosexuales sin vínculo matrimonial. Esto no es homofobia ni discriminación, dado que no se niega la comunión por la condición homosexual, sino por defender el carácter sagrado de la Eucaristía».

Un segundo falseamiento

El falseamiento de la realidad por parte de la ministra de Igualdad para justificar lo que el obispado de Segovia califica como «un juicio difamatorio de la comunidad católica de esta Diócesis» y «una inadmisible injerencia en asuntos propios de la Iglesia y un atentado contra la libertad religiosa garantizada en la Constitución» (por lo que insta al PSOE de Segovia a que «se retracte» de las calumnias lanzadas) coincide con otro falseamiento de Redondo: la «investigación» que ha ordenado su departamento contra siete diócesis por el apostolado realizado en ellas por Courage Internacional, un apostolado católico de acompañamiento a personas con atracción por el mismo sexo.

[Lee en ReL: Un disparatado bulo: confundir las terapias de conversión sexual con testimonios de ex homosexuales]

Su ministerio afirma que Courage imparte «cursos y talleres de conversión sexual para personas LGTBI+», algo que no es cierto y puede comprobarse sin más que consultarlo en las FAQ (preguntas frecuentes) de su propio portal: «Courage respeta la decisión de algunos de sus miembros de buscar ayuda de profesionales calificados para una mejor comprensión de sí mismos, de su manera de ver el mundo y sus relaciones; todo esto puede ayudar en la lucha diaria por vivir la castidad y la santidad. Sin embargo, las reuniones de Courage no son de ninguna manera terapia psicológica de grupo. Asimismo, los miembros de Courage no están obligados a buscar terapia o tratamiento de ningún tipo. El acompañamiento que ofrece el apostolado Courage Internacional es puramente espiritual y pastoral«.

El padre Philip Bochanski, director ejecutivo de Courage, explica en qué consiste este apostolado.

Este mismo domingo, el obispado de Cuenca lo ratificaba en un comunicado sobre «la charla en la que está prevista que Courage International informe a los sacerdotes de la Diócesis de Cuenca que lo deseen sobre su método pastoral en la atención a personas con atracción hacia el mismo sexo».

La «acción pastoral» de Courage, recuerda la diócesis conquense, «excluye cualquier tipo de terapia reparativa o conductual de ningún tipo y bajo ninguna forma» y «busca solo acompañar a las personas que libremente lo deseen y que quieran vivir de modo coherente su fe en su propia situación«.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»