El Tribunal Superior de Hong Kong rechazó esta semana el recurso interpuesto por el activista católico por la democracia Jimmy Lai y otras seis personas para anular sus condenas por haber participado en protestas en 2019.
Lai y los demás manifestantes habían sido condenados en 2021 por participar en lo que, según el gobierno de Hong Kong, era una «asamblea no autorizada» en Victoria Park, en el barrio Causeway Bay de Hong Kong. La manifestación era contra, lo que los activistas dijeron, el abuso policial.
Arrestado desde 2020
Varios de los acusados, incluido Lai, habían sido condenados a penas de cárcel de distinta duración. Los manifestantes condenados habían argumentado en apelación que las sentencias eran desproporcionadas con respecto a sus derechos humanos.
En su fallo del lunes, el Tribunal de Apelación Final de Hong Kong dijo que sus argumentos eran «insostenibles». «Es contrario a todos los principios establecidos que rigen las impugnaciones constitucionales en Hong Kong y especialmente contrario a los principios aceptados para evaluar la proporcionalidad«, escribió el tribunal. El fallo del tribunal fue unánime.
Lai, un activista a favor de la democracia que ha citado su fe católica como fuente de fortaleza e inspiración, ha estado bajo diversas formas de procesamiento en China durante varios años. Fue arrestado por primera vez en agosto de 2020 y se encuentra detenido permanentemente desde finales de ese año.
En 2022, fue condenado a cinco años y nueve meses de prisión por fraude. También en 2021 fue condenado a 13 meses de cárcel por participar en una vigilia de 2020 en conmemoración de la masacre de la plaza de Tiananmen de 1989.
El magnate de los medios encarcelado era el propietario del Apple Daily, el periódico en chino más popular de Hong Kong. Hasta que fue cerrado en junio de 2021, después de que cientos de policías de Hong Kong allanaran sus oficinas y detuvieran a sus ejecutivos. En septiembre de 2023, Lai cumplió 1.000 días en prisión en Hong Kong mientras esperaba el juicio.
En una petición de noviembre pasado, 10 obispos y arzobispos católicos pidieron al gobierno de Hong Kong que liberara inmediata e incondicionalmente a Lai. «La persecución por apoyar causas a favor de la democracia en su periódico, y en otros foros, ya ha durado bastante”, escribieron. «No hay lugar para tanta crueldad y opresión en un territorio que dice defender el Estado de derecho y respetar el derecho a la libertad de expresión”, dijeron.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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