17/11/2024

Película «Guadalupe», ya en los cines de España y América: historia, devoción y milagros actuales

Guadalupe Madre de la Humanidad se estrenó el 22 de febrero en más de 400 salas de cine en México, Estados Unidos, Puerto Rico y 6 países de Centroamérica. El 29 de febrero llega a Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Uruguay. En cines de España se estrena el 1 de marzo y el 14 de marzo llega a Argentina y Paraguay. Es una ola que nos hace visible a la Virgen de Guadalupe, Emperatriz de las Américas, que nos acerca sus milagros, enseñanzas y a la cercanía que millones de personas sienten hacia ella.

Andrés Garrigó, de Goya Producciones, y Pablo Moreno, de Stellarum Films, vuelven a unir fuerzas en una película que tiene mucho que contar, y lo hace con testimonios actuales y con una detallada dramatización histórica.

La actriz mexicana Karyne Lozano, que actúa como presentadora, da la clave mostrando a la Virgen, ante todo, como una madre, que no acusa ni señala, y sí ayuda a levantarse y reencauzar la vida mejor, hacia Jesús.

La película va intercalando las escenas de las apariciones de 1531 y sus hechos sobrenaturales con testimonios de nuestros días, y algunas declaraciones de expertos e historiadores. La parte documental es ágil y emocionante, quizá la más conseguida de Goya Producciones en este formato.

Angélica Chong interpreta a la Virgen de Guadalupe; las apariciones se nos muestran de forma directa y visual, siguiendo el texto del Nican Mopohua, escrito unos 25 años después de los hechos.

Una dramatización muy visual: vemos a la Virgen

La parte histórica (es decir, sobrenatural) no busca esconder nada, es directa y visual: vemos a la Virgen (la actriz Angélica Chong, muy dulce, que muestra a una Virgen de edad joven pero indefinida), a San Juan Diego (Mario Alberto Hernández, actor mexicano que vive en Madrid, y que encarna al santo que ya tenía cierta edad), la luz, las flores, las apariciones... Las palabras son las del Nican Mopohua, el libro que contaba los hechos unos 25 años después de sucedidos.

Juan Diego acude «a Tlatelolco a escuchar las cosas que nos enseñan los sacerdotes», es decir, a catequesis. Pero su verdadera catequista va a ser mucho más impactante. Por el camino, en el cerro de Tepeyac (pero aquí se filmó en la Peña de Francia, en Salamanca, España) oye «muchos pájaros», ve una luz y una dama resplandeciendo. «Yo soy la Madre del Verdaderísimo Dios», le dice ella en su lengua náhuatl. «Mucho deseo que se levante aquí mi casita sagrada. Anda al obispo y díselo».

Parece muy evidente y claro… mientras se ve la aparición, porque de repente ella ya no está y no quedan vestigios ni pistas (en ese primer día, porque después la Virgen dejará la tilma con su imagen como señal).

La película, tanto en 1531 como en nuestros días, busca esas pistas, esas pruebas, en el actuar asombroso de la Virgen y sus milagros y las almas que inspira.

Tráiler de la película que se está usando en España:

El contexto: mostrar un Dios bueno en circunstancias duras

Los historiadores nos cuentan el contexto. El imperio azteca había caído. Habían realizado hasta 20.000 sacrificios humanos al año, nos dice el documental; a menudo las familias entregaban a sus hijos voluntariamente al sacrificio para asegurarse de que hubiera lluvia, de que saliera el sol, de que los dioses les protegiesen del fin del mundo. Pero los españoles pararon los sacrificios y la lluvia y el sol siguieron llegando. Los viejos dioses ya no tenían poder y nunca lo habían tenido. El viejo sistema se había hundido pero no acaba de nacer uno nuevo y las enfermedades golpeaban el país.

Para asombro de los indios, los poderosos soldados españoles se arrodillaban ante los 12  primeros franciscanos que llegaron, hombres sin armas ni armaduras, que trataban de evangelizar a los indios. Era difícil: la poligamia y la superstición se mantenían fuertes. Habían sido un imperio construido sobre la fuerza y la sangre, y  les costaba entender al Dios cristiano, débil, hablando de piedad y perdón.

«La semilla necesitaba que antes se preparara la tierra», explica Karyme Lozano. Y esa preparación la aportó la aparición de Guadalupe y su figura a la vez de joven embarazada y de madre cariñosa.

La simbología de la tilma

La película detalla la simbología da la imagen milagrosamente marcada en la tilma, la tela de fibras vegetales. Así, los rayos son un sol de vida para los indígenas, y la Mujer Vestida de Sol para los españoles. Su postura, nos dicen, es como de paso de danza, signo de oración. Su azul turquesa es signo de ser emperatriz.

La película dedica un rato a explicar los fenómenos asombrosos o milagrosos de esta imagen. Para empezar, que no se haya deshecho con los siglos, cuando ese material tiende a deshacerse en un año. Fernando Ojeda, un matemático, explica su análisis de las estrellas del manto, que coincidirían, dice, con el cielo nocturno tal como se veía en diciembre de 1531. Le añade un valor numérico y musical que genera toda una partitura: como en Pitágoras, sería la música de las esferas celestiales.

De la aparición solitaria, a las multitudes y hechos de hoy

El filme juega al contraste entre el hecho solitario (la aparición en el monte, el indio que mira alrededor y ya no ve a nadie) y el hecho multitudinario, las masas que acuden hoy a la basílica y las que expresan su devoción y agradecimiento. Después hay que ponerle rostros.

Habla, por ejemplo, Toño Infante, sobrino del famoso músico Pedro Infante. Cuenta, aún emocionado, que le daban 3 meses de vida… en 2006. Atribuye su curación a la Virgen y nos habla de su agradecimiento.

Nos llevan a Los Ángeles, la única ciudad con una reliquia de la tilma, que está allí desde 1941. Una mujer nos cuenta su testimonio: 4 semanas en cuidados intensivos, sin intervenciones, sin posibilidad de acción. Tras invocar a la Virgen, en 4 días estaba sana.

Conocemos a gente del mundo del cine en Hollywood que cuenta su devoción por la Guadalupana.

También a Papa Joe, un expandillero y drogadicto que pasó 10 veces por la carcel. Se declara «libre» desde hace 15 años y ayuda a otras personas a dejar el mundo de la droga y la delincuencia. El documental también recoge el mensaje provida que va tan ligado a esta advocación que es una joven embarazada.

Saltando el Atlántico, en Barcelona nos presentan a Pedro de San José, un taxista que fomenta la oración y devoción del manto de la Virgen. Lleva un manto bendecido en Guadalupe a casas de personas para orar con él. También un matrimonio alemán, de la antigua Alemania comunista, nos cuenta una historia a la vez de sanación física, interior y conversión muy impactante, y reciente, sucedida en 2022.

Pedro de San José, taxista en Barcelona, cuenta el apostolado del manto de la Virgen:

 
Juan Diego, tras su primer intento de hablar con el obispo, pidió a la Virgen que no le usara de mensajero, que enviara a un noble. «Es necesario que tú vayas, así se hará mi voluntad», respondió ella. Y repitió su mensaje que hoy emociona a millones, consuela y da fuerza: «No tengas miedo. ¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?» 

Puede consultar los cines para ver la película en la web de Película Guadalupe

Lea nuestra entrevista a Josepmaria Anglès, guionista que explica los secretos del filme.

Lea nuestra entrevista a la actriz Angélica Chong, que explica cómo interpreta a la Virgen.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»