21/12/2024

¿Podemos los católicos creer en el Karma?, la interesante respuesta de Yasmin Oré y Jesús Urones

Frecuentemente escuchamos en círculos de amistades, laborales o incluso de la Iglesia eso es «por el Karma». Sin embargo, por mucho que escuchamos esta expresión pocas veces las personas han conocido realmente que es el Karma y, sobre todo, si tiene alguna implicación para la fe cristiana. Dicho de otro modo: ¿es compatible creer en el Karma con la fe cristiana? 

¿Qué es el karma?

Según la Enciclopedia de las Sectas, editorial BAC, autor Manuel Guerra Gomez, se define Karma así:

‘Palabra de género neutro en sánscrito que significa acción pero abarca lo que nosotros llamamos pensamientos, palabras, y obras, así como sus efectos o residuos, no la acción ritual que en el hinduismo, tiene también su importancia, en algunos textos de modo prevalente. Además del karma, en el budismo hay otras leyes que condicionan la existencia humana: la biolgoica, la física, la psicológica. Cada alma, se reencarna como impulsada por el peso inercial del Karma, carga positiva, o negativa, que le hará estar en el cuerpo de un ser superior o inferior. La continuidad perceptible de la vida de cada individuo proviene de que cada instante está condicionada por el precedente y por su influjo en el siguiente como por la presión del Karma. Es la leya del karma o de “causa efecto”. Cuando se ha liberado ya de todo el karma negativo el alma del hindu, pasara a fusionarse diluida en Brahman como el agua dulce de los ríos en la salada e inmensa del mar, lo subsistente búdico al Nirvana. Es palabra de moda muy usada en sectas y en la Nueva Era’.

Entonces es un término usado por la New Age y que se ha cogido de las religiones orientales. Está íntimamente relacionado con la reencarnación de las almas, creencia también hindú. Luego ya de por si con estos antecedentes podemos afirmar que nada tiene que ver con el cristianismo, sino con el hinduismo y también con la New Age.

La ley del Karma, que es lo que se suele mencionar más en estos círculos, viene a decirnos que si alguien hace cosas buenas en esta vida tendrá  un «buen karma» y si alguien hace cosas malas sufrirá producto de su «mal karma». En Occidente también se suele creer que el mal karma se produce en la vida presente (sin reencarnación). Por eso es conocida la expresión: «lo que haces mal, tarde o temprano se regresa».

¿Es compatible con la creencia cristiana?

La respuesta es No. La fe cristiana no usa el Karma para explicar el mal ni tampoco para explicar el sufrimiento. Los justos, santos y buenos, pueden sufrir y no por eso debemos pensar que han realizado acciones malas o incluso han tenido malos pensamientos. En la Sagrada Escritura encontramos ejemplos de esto en el libro de Job:

‘Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal’ (Job 1,1).

El Santo Patriarca Job era perfecto, temeroso de Dios y apartado del mal, según la ley del Karma, a este santo hombre todo debería haberle ido bien, y no debería haber tenido sufrimiento alguno, pero si alguien continua leyendo verá que no es así:

Entre tanto que este hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia’ (Job 1,18).

Se le mueren los hijos a Job, y no precisamente porque él haya sido mala persona, haya tenido malos pensamiento o haya obrado mal, simplemente se ve cómo a un santo le ocurren cosas malas.

También tenemos el caso de Cristo, el justo que murió por los injustos:

‘Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu’ (1Pe 3,18).

Así que Cristo siendo justo, sin pecado, sin obrar mal, sin mal pensamiento muere por los pecadores. La ley del Karma entonces no funciona ni con Job ni con Cristo, luego en resumidas cuentas, la ley del Karma ni funciona ni explica el mal ni el sufrimiento en el mundo. Tanto el mal como el sufrimiento son fruto del pecado, y solo desde ahí y desde la caridad divina, que de «un mal puede sacar un bien» podemos entonces entender el sufrimiento y el mal. Todo esto lo explica muy bien el libro del Eclesiastico:

‘Hay una vanidad que se hace sobre la tierra: Hay ajustos a quienes sucede como si hicieran obras de malvados, y hay malvados a quienes acontece como si hicieran obras de justos’ (Eclesiastico 8,14).

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Jesus Urones-Evangelizador Católico.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»