El de Supermán es uno de los papeles más codiciados y que más intérpretes ha tenido a lo largo de su historia. Su relevancia mediática es tal que quienes reciben la llamada para ponerse la capa roja y las mallas azules son recordados de por vida. Así le sucedió a George Reeves, que marcó a la generación de los 50. O Christopher Reeve, trágicamente accidentado a los 42 años y fallecido poco después, en 2004, habiendo interpretado la mítica Superman (1978) y sus tres secuelas. Tom Welling ya es otro de los «clásicos», tras diez temporadas poniendo cara al joven superhéroe en la icónica Smallville.
Para algunos de ellos, la famosa capa roja parece ser algo más que mero atrezo y la «batalla interminable por la verdad y la justicia» trasciende la representación. Al menos así parece ser para Dean Cain, que entre 1993 y 1997 llevó de la mano de la Warner Bros a la norteamericana ABC la serie Lois y Clark: las nuevas aventuras de Supermán.
Tras cumplirse las tres décadas desde la emisión de la primera temporada, Cain ha desatado la polémica tras ser entrevistado por Patrick Christys en GBN América, programa en el que no le tembló la voz al dirigirse a las «producciones woke» de Hollywood, donde «unas pocas personas son las que toman las decisiones«.
Más películas «buenas» frente a lo woke
El actor se refirió a cintas, clásicas o novedosas, como It’s a Wonderful Life o Top Gun: Maverick, en las que «ciertos valores» hacen que «funcionen muy bien» independientemente del tiempo, permitiendo que la gente «aprenda de ellas».
El contribuir a las cintas de calidad, no solo en lo técnico sino también en lo trascendental, parece ser una de las misiones de este «idealista» Supermán.
«Seguiré luchando para crear películas que compartan mis valores y de las que la gente pueda aprender. Creo que tenemos que hacer más de eso», afirmó tras cuestionar el interés de los espectadores en películas woke.
Lo cierto es que cintas de míticos héroes que han pretendido reinventarse con los postulados woke, como Lightyear o The Marvels.
Entre otros mensajes, Cain subrayó que hoy en día «no es valiente que el hijo de Supermán se declare gay», en referencia a la decisión de DC Comics de que Joe Kent sea «bisexual», por tratarse de un discurso que empieza a ser la pauta en multitud de producciones.
Frente a las nuevas manipulaciones, el actor exigió que se «dejen de coger a estos personajes que conocemos, cuyos valores y moral han estado siempre ahí y resistido el paso del tiempo, y cambiarlos para que se ajusten a la época actual».
«No me gusta ver que los personajes con los que crecí son cambian y se adaptan a los tiempos modernos», expresó el actor. Una demanda que, como muestran los resultados, está argumentada en que «el mercado también ha dicho lo poco que les gusta, porque ha perdido una millonada».
Al igual que Hollywood, Cain terminó por cuestionar el modelo de toma de decisiones en la política global. Tras ser preguntado por el cuestionado estado de salud mental del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, Cain respondió: «Ha vivido una larga y muy buena vida, pero no creo que sea apto para dirigir. De todos modos, no creo que sea él quien realmente lo haga. Es una figura decorativa. Detrás de él está la camarilla de personas que le sostienen, los titiriteros que mueven los hilos«.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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