¡Cuántas almas llevarán años y años en el purgatorio por causa de esas ideas!
Y escuchamos frases como:
-Por fin ya está descansando con Diosito.
– Ya tenemos un angelito en el cielo.
– Era bien bueno, ya está en paz.
No amigos, solo Dios sabe en qué estado llegó esa alma a su presencia, pero los buenos deseos no son suficientes para salvar un alma, por más querida que sea.
Por eso, no dejemos de ofrecer oraciones, misas y sacrificio por las almas del purgatorio, ellas pueden seguir necesitando mucho de nosotros.
NO NOS OLVIDEMOS DE ELLAS.
PUBLICADO ANTES EN CATOLICIDAD
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