Meg Giordano, profesora de filosofía y capellana ecuménica en una universidad jesuita, plantea en la revista América la posibilidad de que católicos y protestantes compartan el acto de la comunión, respetando sus propias tradiciones, como un paso hacia la unidad cristiana. La propuesta sugiere un espacio en el que ambas comunidades puedan participar en la Eucaristía sin romper sus tradiciones, pero unidos en un mismo ambiente.
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