05/07/2024

Renzo Bonetti y Mistero Grande: matrimonios que abren sus casas para hacer acogida como Cristo

«El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne: este es un gran misterio, y yo lo relaciono con Cristo y su Iglesia» (Efesios 5,31-32).

A raíz de ese versículo, el sacerdote italiano Renzo Bonetti impulsa desde hace años el Proyecto Mistero Grande (misterogrande.org), un itinerario en el que los matrimonios cristianos redescubren la grandeza de este sacramento, abren sus casas a grupos de personas como iglesia doméstica, evangelizan y hacen atractivo el matrimonio a muchos.

Bonetti y su itinerario ya llamaron la atención del movimiento Regnum Christi en España en 2020, que le entregó su premio Alter Christus de Pastoral Familiar. Este verano de 2024 el encuentro Transforma ha difundido una videoentrevista de Tote Barrera (Asociación Nunc Coepi) con el padre Bonetti, acerca de la teología y pastoral que hay tras el proyecto. Bonetti no pudo ir al Transforma en España precisamente por estar comprometido en un encuentro de 400 matrimonios de Mistero Grande en Italia.

Bonetti es hoy párroco en la diócesis de Verona (la ciudad del amor, por la historia de Romeo y Julieta) y fue director de Pastoral Familiar de los obispos italianos y coordinador de Proyecto Parroquia-Familia de los obispos. Se dice que su nombre sonaba para obispo, pero él prefería centrarse en desarrollar este apostolado matrimonial con base en una parroquia.

La entrevista a Renzo Bonetti y su visión del matrimonio entusiasmó a muchos en el Transforma 2024 (aquí completa, subtitulada en español, 40 minutos).  

Un magisterio sublime: el poder del sacramento matrimonial

Todo empezó cuando, siendo sacerdote novato, escuchó al Papa Pablo VI en 1968 decir en una audiencia con recién casados: «Saludo a Cristo Jesús presente en cada matrimonio». Después leyó lo que el Concilio Vaticano II decía de la familia en Gaudium et Spes 48: «La familia hará partícipes a otras familias, generosamente, de sus riquezas espirituales. Así es como la familia cristiana, cuyo origen está en el matrimonio, que es imagen y participación de la alianza de amor entre Cristo y la Iglesia, manifestará a todos la presencia viva del Salvador en el mundo y la auténtica naturaleza de la Iglesia«. Así, una familia cristiana, puede y debe «manifestar» al Salvador y la realidad de la Iglesia, entendió.

También en Lumen Gentium 11 leyó sobre el misterio de amor entre Cristo y la Iglesia expresado en la familia. Y en el Catecismo (1534) se habla de que el sacramento no es algo solo para los esposos, sino que, como en el sacerdocio, el sacramento les ordena a la salvación de los demás, y en Familiaris Consortio 13 se lee que los esposos «son consagrados a través de su relación mediante la unción del Espíritu Santo».

«Un magisterio muy bello… pero sin aplicación en la vida parroquial«, se dio cuenta, con tristeza.

En la práctica: abre tu casa, reza con otros, y Jesús acogerá

Lo que él fue poniendo en marcha es un itinerario para que los matrimonios cristianos crezcan en conciencia de la grandeza de su sacramento, y también de su dimensión misionera y evangelizadora, como iglesia doméstica. Para eso, las casas se abren e invitan y acogen a otras personas (grupos semanales de 10 o 12 personas) para encuentros de oración, de lectura de la Palabra, de contar lo que Dios ha hecho en la vida de cada uno durante esa semana…

Así, cada familia católica es un lugar de acogida, y acoge con el amor y el poder del sacramento, «con la certeza de que mediante el sacramento es Jesús quien acoge». A estos encuentros semanales no solo acuden otros matrimonios, sino también solteros, viudos, personas de todo tipo… Cristo es quien les acoge a través del matrimonio anfitrión.

«Ser iglesia doméstica… es un título más antiguo que cualquier otro, existe antes que las parroquias, basílicas, diócesis», recuerda. Mientras un sacerdote recibe muchos años de formación para prepararse para recibir el sacramento del orden, los esposos reciben su sacramento con muy poca formación.

Renzo Bonetti en 2019 en un encuentro de Mistero Grande, con un icono de simbología matrimonial y un matrimonio joven.

Poder expresar el poder del sacramento

En Mistero Grande buscan formarlos para que puedan hablar y mostrar «lo que la gracia de Dios ha sido para ellos, ser capaces de entusiasmar a los jóvenes, que conocen solo el ‘amor’ que ven en la televisión, no el amor de los esposos cristianos».

Así, un matrimonio debería poder decirles a sus hijos: «¿Sabes cuál es la belleza del sacramento? ¿Sabes lo que significó para nosotros, para papá y mamá? ¿Sabes lo grande que ha sido tener esta gracia que viene de Jesús de poder amar divinamente a este hombre y a esta mujer, el poder comunicar a los demás el amor de Dios?»

«Dios dijo al principio, después de crear al hombre y la mujer: «He hecho una cosa muy hermosa». Hasta que no encontremos parejas de esposos que digan «somos una cosa muy hermosa de Dios» y anuncien esto, es difícil que el mundo empiece a valorar nuevamente al hombre y a la mujer valorando el matrimonio», asegura el sacerdote en su videoentrevista en Transforma.

Lea también la entrevista a Renzo Bonnetti de 2020: en pandemia se reforzó el poder de la «iglesia doméstica».

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»