El cardenal Robert Sarah, prefecto emérito del Dicasterio para el Culto Divino, ha asumido el liderazgo que emana de su figura para pedir a los obispos africanos que sean punta de lanza a favor de la fe católica y contra el error promovido por gran parte de la Iglesia en Occidente en la próxima sesión del Sínodo sobre sinodalidad
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