Los cristianos de Irak vivieron el domingo un hito trascendental en el camino hacia la recuperación del genocidio sufrido. Con capacidad para 625 estudiantes, la escuela de secundaria Al-Tahira abrió sus puertas el 1 de mayo en Qaraqosh (Baghdeda), la más grande de las 13 poblaciones de mayoría cristiana en las icónicas llanuras de Nínive.
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