Dos sacerdotes dehonianos comparten su experiencia misionera en Papúa, Indonesia, donde celebran la Semana Santa con comunidades remotas. A pesar de la pobreza, destacan la fe, generosidad y espiritualidad de los fieles. Su labor va más allá de lo sacramental: ofrecen consuelo, esperanza y compañía como signos vivos del amor de Cristo.
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