En China hay que estudiar 3 años para ser catequista, en África se necesitan 7 años de formación antes de ser bautizado. ¿En España los cristianos estamos suficientemente formados? ¿Nos da pereza? En esta nueva tertulia de Supergesto, tres jóvenes con experiencia misionera defienden que la formación es consecuencia de estar enamorado de Cristo, y comparten su experiencia con Fran Pinilla, sacerdote de la diócesis de Bilbao, moderador del coloquio.
«Aunque hay mucha oferta de formación, no apetece de primeras», explica Pablo de Mergelina, un ingeniero industrial de 26 años de Jóvenes para la Misión. Pese a estar en la Iglesia y hacer experiencias misioneras en verano, la formación le daba «pereza».
Sed y ganas de conocer más
Lo mismo piensa Paula Rodríguez, enfermera de la misma edad. De hecho, ella misma admite que el año pasado no fue a los encuentros de formación de la Asociación a la que pertenece (Jatari). Sin embargo este año no se pierde ninguna. ¿Qué ha cambiado? «Cuando ya te enamoras del Señor, sientes como esa sed y esas ganas de conocer más. Este año las formaciones me están encantando».
«Primero yo me enamoro de Jesús, y como consecuencia, quiero saberlo todo sobre Él. Como quiera invertir el orden, ahí está el problema», explica Carlos Bobillo, un treintañero de Asociación Solidaria Universitaria (ASU ONG) y Hakuna.
«El que no se forma es porque no quiere», afirma Carlos, haciendo referencia a la amplia variedad de formatos que hay, más allá de la formación individual. Sea el formato que sea, los tres jóvenes insisten en la importancia de lo presencial frente a la virtual, para crear lazos de fraternidad con los compañeros y vivir la fe en comunidad. La formación, imprescindible para la misión ¿Para qué formarse? En primer lugar para el crecimiento de la propia fe, pero no sólo. También es importante para el apostolado.
«Para poder ir al mundo y proclamar el Evangelio, tienes que conocerlo», explica Carlos Bobillo. De hecho, Pablo de Mergelina insiste en que en España muchas veces no se «exige» formación para dar catequesis, lo que contrasta mucho con los países de misión, quizá porque se da por hecho una formación previa cuando no se tiene.
Estos tres jóvenes han hecho muchas experiencias misioneras. Paula ha estado en Perú –pronto se marchará de nuevo para un periodo más largo, de tres años-, Carlos en Burundi y Pablo en varios países –a partir de octubre se irá ya casado de misión a donde les envíe la archidiócesis de Madrid-.
Los tres coinciden en que es esencial e imprescindible tener una formación previa antes de ir a la misión, que te capacita para servir mejor y poder asimilar lo que se va viviendo.
Puedes ver aquí íntegra la última tertulia de Supergesto.
Supergesto es la nueva plataforma 100% virtual para jóvenes de Obras Misionales Pontificias. Es heredera de la tradicional revista misionera homónima, que dejó de imprimirse. Cada quince días, Supergesto publica una tertulia para jóvenes, en las que un grupo de influencers católicos y jóvenes que han realizado experiencia misioneras dialogan sobre temas actuales de la misión. Estas tertulias están moderadas por Fran Pinilla, sacerdote de la diócesis de Bilbao. A estas tertulias quincenales se añaden muchos otros contenidos como podcast misioneros, artículos de formación y recomendaciones culturales.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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