18/11/2024

Tras su detransición, Luka tiene un mensaje para jóvenes: «No hay nada en ti que haya «nacido mal»»

Tras pasar por una serie de tratamientos y una mastectomía completa, la detransitioner estadounidense Luka Hein ha vuelto a ser ella. Recientemente ha estado en Italia, invitada por Pro Vita & Famiglia, para contar su historia en siete ciudades italianas en una gira bajo el título Engañada. Por qué nadie nace en el cuerpo equivocado. Tampoco yo.

Con ese motivo le ha entrevistado Giuliano Guzzo en Il Timone:

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¿Es posible viajar en el tiempo? Hay películas y libros en los que mensajeros del futuro regresan al pasado para advertir a la humanidad de los graves cataclismos a los que se enfrentará si no hace nada por cambiar de rumbo. Este mes de octubre, en Italia, se abrirá una puerta espacio-temporal para un breve paréntesis que nos conectará directamente con el futuro que nos aguarda.

De hecho, la asociación Pro Vita & Famiglia Onlus ha organizado la gira italiana de Luka Hein, una joven estadounidense de 22 años que, tras pasar por un proceso de transición de género para «convertirse en hombre«, someterse a fuertes tratamientos hormonales y a una mastectomía completa, volvió en sí y decidió dedicar su vida a evitar que otros jóvenes pasen por el mismo infierno al que ella tuvo que enfrentarse. 

II Timone tuvo la oportunidad de entrevistarla en exclusiva antes de su llegada para una gira que sin duda dejará huella.

-Luka, pronto llegarás a Italia para dar tu testimonio como «detransitioner». ¿Por qué aceptaste esta invitación y qué se siente al llevar tu voz a Europa, fuera de los Estados Unidos? 

-Acepté la invitación de Pro Vita & Famiglia para venir a Italia a hablar de mi experiencia personal porque creo que es importante que se conozca el impacto que estas cuestiones pueden tener en la existencia de un joven. Llevar mi voz fuera de Estados Unidos es ciertamente emocionante, porque significa que cada vez más gente quiere saber más sobre estos temas. Pero debo reconocer que, al mismo tiempo, en algunos aspectos también me produce cierta ansiedad, porque es más lejos de casa de lo que he estado nunca. En cualquier caso, estoy deseando conocer nuevas partes del mundo y, por supuesto, ¡espero poder ser de ayuda a los demás!

Luka Hein, en el centro de la imagen, durante su testimonio en Roma el 13 de octubre como parte de la gira ‘Engañada. Nadie nace en el cuerpo equivocado. Tampoco yo’.

-Tu decisión de «cambiar de sexo» y «convertirte en hombre» se remonta a cuando tenías 16 años. ¿Cómo empezó todo y cómo te sientes al recordar aquella época?

-Empecé a identificarme como hombre después de un periodo muy turbulento y traumático de mi vida. Me había desvinculado completamente de mi cuerpo y me presentaron la transición como la solución segura a todas las emociones que sentía en aquella coyuntura. Cuando pienso en esa época de mi vida, sinceramente me siento increíblemente triste, porque mi «yo» más joven lo que necesitaba era que lo acogieran, lo cuidaran y lo ayudaran a darse cuenta de que era perfecto tal y como era, y no unas cirugías irreversibles y un bombardeo de hormonas

-¿Cómo afectó a tu fragilidad emocional el contenido de propaganda «de género líquido» que encontraste en internet y en las redes sociales? ¿Puedes decirnos qué tipo de contenidos son los más populares sobre este tema y cómo afectan a la imaginación de un adolescente?

-Los contenidos que encontré en internet durante mi crisis adolescente hacían que todo el proceso de transición pareciera atractivo e interesante. La inseguridad fisiológica y la ansiedad de esa etapa de mi vida eran presentadas -por personas influyentes que alentaban a propósito cada nueva etapa del proceso de ‘transición’– como señales inequívocas de que yo había «nacido en el cuerpo equivocado». Los vídeos que mostraban los beneficios de la transición y los foros on line donde los jóvenes más vulnerables podían ponerse en contacto entre ellos, también eran los lugares más importantes en tema de contenido sobre este argumento, eran muy atractivos para los más jóvenes, pero al mismo tiempo restaban importancia a los efectos nocivos o no hablaban de ellos en absoluto.

-¿Qué desencadenó en ti un replanteamiento, sobre todo después de las intervenciones quirúrgicas a las que te sometiste, que te llevó a considerar la posibilidad de la detransición? ¿Qué te abrió los ojos y quién te ha ayudado?

-Lo que realmente me hizo comprender que lo que estaba pasando era un error fue tener la oportunidad de crecer y poder pensar en mí misma y en mi vida de una forma mucho más madura y con una visión de futuro mucho más amplia respecto a la que era capaz de tener cuando era adolescente, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades que había experimentado a nivel mental. Entonces me di cuenta de que lo que estaba haciendo no sólo me perjudicaba a mí misma, sino también a las posibilidades de tener el tipo de futuro que realmente deseaba.

-¿Cómo han reaccionado las personas de la comunidad LGBTQ con las que mantenías relaciones estrechas ante la noticia de que habías empezado una detransición? ¿A qué te enfrentas hoy en Estados Unidos cuando cuentas tu historia?

-Hay muchas personas homosexuales y bisexuales allí fuera que entienden que lo que se está haciendo con los jóvenes más vulnerables en este momento está mal, y muchos están ayudando activamente a combatirlo. Mi detransición me ha dado la oportunidad de conocer a muchas de estas personas y colaborar en la lucha contra la ideología de género. En Estados Unidos todavía hay mucha resistencia por parte de activistas y médicos que creen en sus convicciones ideológicas sobre la identidad de género; sin embargo, cada vez más gente es capaz de reconocer los daños que se producen con el paso del tiempo.

-A la luz de tu experiencia, ¿qué le dirías a una joven italiana que se encontrara en la misma situación que tú cuando tenías 16 años?

-A cualquier joven que esté luchando con este tipo de dificultad de identidad le diría que las cosas mejoran, de verdad que lo hacen. Tú y tu cuerpo sois perfectos tal y como sois y no hay nada en ti que «haya nacido mal» o que tenga que ser «arreglado» con fármacos hormonales o cirugías. Los momentos difíciles pasan y las cosas mejoran, pero tu cuerpo sólo es uno: cuídalo y, sobre todo, mantenlo íntegro y sano.

Traducción de Verbum Caro.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»