El obispo Anthony Rebello, de 74 años, falleció el pasado 4 de mayo poco después de participar en misa con muchos feligreses con los que había caminado durante un trayecto de 20 km, rezando el Rosario en la ruta y acompañando a una imagen peregrina de la Virgen.
Anthony Rebello nació en Kenia en 1950, de una familia de origen indio, de Goa, era sacerdote de la Sociedad del Verbo Divino y obispo de Francistown (Botswana) desde 2021.
La diócesis de Francistown explicó que Rebello «no estaba enfermo ni se había quejado de dolencia alguna en su salud».
La caminata rezando el Rosario empezó muy pronto por la mañana, a las seis de la mañana. Los fieles llevaron la imagen de la Virgen entre avemarías desde la parroquia de Tati Siding hasta el santuario mariano de Tonota. Allí se celebró la misa.
Mientras otro sacerdote predicaba la homilía, el obispo «se sintió mareado y cayó al suelo. Algunos de los miembros de la congregación lo atendieron rápidamente». Le dieron agua y zumos y pareció recuperarse. La misa continuó y el obispo pudo comulgar, aunque sentado.
Le llevaron a la clínica cercana
El sacerdote que predicó contó en la cuenta de Facebook de la diócesis lo que pasó. «Le llevé el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Tras recibirlo, lo ayudaron a caminar a la casa parroquial para descansar mientras continuaba con el resto de la Misa. Nuestro cohermano, el padre Tomek, que estaba en la parroquia para asistir a una reunión del Comité de Peregrinación de Patsyamatebele, fue llamado cuando el obispo se desvaneció y estuvo con él a partir de ese momento».
«Después de la Misa, cuando fui a verlo, junto con el padre Tomek decidimos que era necesario llevarlo a la clínica del pueblo. Por lo tanto, Tomek y las dos Hermanas de la parroquia lo llevaron a la clínica y yo debía seguirlo en breve. Antes de que pudiera salir de la casa, una de las Hermanas llamó llorando y me dijo que la enfermera dijo que ‘parece que ya no hay vida en el obispo’. Le dio oxígeno y llamó al médico de guardia. Cuando llegué a la clínica, el médico había llegado, examinó al obispo y lo declaró muerto».
«Fue y es una noticia dura. ¡Nada nos había preparado para esto! Parece un mal sueño, pero es verdad, la realidad. ¡La muerte ha impuesto sus frías manos sobre el obispo Tony! Pero es solo en su cuerpo humano. Su espíritu vive y regresa a casa. Parecía como si estuviera durmiendo plácidamente», finaliza el relato de su acompañante.
«Humilde, de fe fuerte y ejemplar»
La diócesis anunció los funerales para el 15 de mayo. Una nota de la Conferencia de Obispos Católicos de África Meridional (SACBC) lo describe como «un hombre humilde, de fe fuerte y ejemplar, que creemos ahora está en compañía de su Señor Resucitado».
Rebello sirvió al Señor en 4 de los cinco continentes: estudió en Roma y en Goa, en la India, donde fue ordenado sacerdote; fue misionero en la isla caribeña de Antigua y también en Angola.
El obispo Anthony Rebello se licenció en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en 1981 y fue uno de los tres miembros pioneros de la Sociedad del Verbo Divino en Kenia en 1984, donde abrieron su primera misión en Nairobi, y luego la misión de Galba Tulla en la diócesis de Meru. Fue también superior provincial de la congregación en Kenia y vicario parroquial en Angola. Fue párroco de la parroquia de la Santa Cruz de Mogoditshane en la diócesis de Gaborone en Botswana.
Obispo desde 2021, en abril de 2022 resultó gravemente herido por unos ladrones, pero se recuperó tras varios días en el hospital.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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