La ciudad canadiense de Victoriaville iba acoger una pelea del campeonato provincial Guantes de Oro entre Katia Bissonnette y Mya Walmsley. Sin embargo, una hora antes de subir al cuadrilátero, Bissonnette tomó la decisión de retirarse al descubrir que su oponente es una persona trans. Fue su entrenador, Denis Gravel, el que se lo comunicó.
«No tenemos suficiente información. No sabemos nada de los niveles de testosterona, no sabemos si esta persona tomó o no bloqueadores de la pubertad antes de la adolescencia«, ha relatado el técnico en el periódico canadiense La Presse.
Por razones de seguridad
Tanto el entrenador como la deportista insisten en que su decisión se basaba en razones de seguridad. «Si no estamos en igualdad de condiciones, podría sufrir secuelas, acabar en el hospital con una conmoción cerebral o en coma…», apunta Bissonnette, mientras Gravel recuerda que «en el boxeo nos enfrentamos, no estamos en una piscina».
Mya Walmsley se presentó a una pelea de boxeo femenino pero su rival se retiró.
Por su parte, Walmsley recuerda que «no hice la transición para convertirme en boxeadora«, sino que sube al ring «por el placer de participar en un deporte» y porque le gusta sentirse «en forma y saludable».
A pesar de que la normativa de Boxing Canadá recoge en su reglamento que las deportistas trans que compitan en las categorías femeninas deben tener niveles de testosterona bajos, la Federación de Boxeo Olímpico de Quebec no realizó ninguna prueba a Walmsley antes del combate ni se comunicó a su rival que era una persona trans.
«Nos dijeron que no avisáramos, que podría contravenir la normativa de Deporte Seguro, que podría constituir difamación, que expondría a la persona trans. Así que no pudimos avisar a Katia, que se sorprendió. Pero nos aseguramos de hacer lo correcto», asegura Ariane Fortin, presidenta de la Federación.
Por ahora, la Federación Internacional de Natación (FINA) y la Federación Internacional de Rugby (World Rugby) han vetado el acceso a deportistas trans en las competiciones femeninas. Se espera que sean muchas más en un futuro cercano. En el caso de la natación, la World Aquatics (la antigua Federación Internacional de Natación) creó una categoría específica para personas de «todas las identidades de género y géneros», al que llamaron «categoría Open», pero la tuvieron que quitar porque nadie se presentó.
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PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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