31/03/2025

UNA CATEQUESIS SOBRE LA IGLESIA…MEJOR DOS.

Normalmente en los grupos de jóvenes un tema de catequesis a debatir suele durar un día. Hace dos lunes lo dedicamos a la Iglesia, y pidieron continuar el lunes pasado…, y creo que el tema no se agotó. Creo que cada día hay que ir a los principios más básicos, sin dar nada por supuesto, y de la forma más sencilla y clara posible. Todos sabemos que formamos parte de la Iglesia, pero cuando hablamos de la Iglesia no hay nada más externo y a veces lejano. Hemos llenado las parroquias de grupos y grupúsculos muy buenos, muy santos…, pero completamente ajenos a que forman parte de la Iglesia. Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo y todos queremos apropiarnos de Cristo.

Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y se cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Satanás se frota las manos. Hay cientos de páginas webs, canales de YouTube y otros medios que sólo hablan de la Iglesia. Y muchos, como terraplanistas de medio pelo, ven conspiraciones, manos negras y lo malísimo que es el Cardenal Petardini que es enemigo de los míos…, eso es lo peor. Dan vueltas y vueltas a planes retorcidos, dobles y triples intenciones y las denuncian llamando a unirse a ellos frente a las conspiraciones judeo masónicas que nos rodean. Los que más rezan faltan a la caridad, los que viven más la caridad no rezan y al final se queda en el alma un poso de desesperanza. No dudo que en la Iglesia se den muchas de esas cosas, pero si decimos que Jesucristo ha vencido al mundo y el último enemigo vencido será la muerte ¿No va a poder Jesucristo con Mons. Petardini?

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. Nuestra fuerza es Jesucristo, que nos aumenta la fe, la esperanza y la caridad. ¿Vamos a expulsar al hombre fuerte y bien armado del palacio de la Iglesia? Si cada uno gastamos nuestras fuerzas en ser fieles a Jesucristo en su Iglesia los enemigos serán derrotados. Habría que hablar menos de la Iglesia y amar más a la Iglesia, que es nuestra madre.

El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. ¡Qué razón tiene Jesús! Hoy se desparrama mucho…, y perdemos tiempo para trabajar en la viña del Señor, que los obreros son pocos y la mies es mucha.

María, Madre dela Iglesia, no nos sueltes de tu mano.