Si hacemos estos días un repaso de la prensa digital en español, veremos que quedan restos de textos peticiones antiguos de obispos colombianos o españoles criticando Halloween, pero no los hay recientes.
El único país que difunde en español críticas de los obispos a Halloween parece ser este año México, al menos por ahora.
«Demos más peso a lo que sí es nuestro»
El obispo Hilario González García, de la diócesis de Saltillo (1,5 millones de habitantes) anima a los católicos a celebrar Todos los Santos el próximo 1 de noviembre, centrándose en la luz y la santidad, y evitando el «enfoque oscuro y comercial» que ha tomado Halloween en los últimos años. “Nosotros celebramos la santidad, celebramos la luz. Queremos vencer el mal con el bien y la oscuridad con la luz”, comenta el obispo en un comunicado.
Anima a celebrar misas y actividades especiales el 1 de noviembre. Propone, como se hace en otros países, que los niños que quieran disfrazarse lo hagan de santos. Y pide recordar y celebrar el Día de Fieles Difuntos el 2 de noviembre. “Ojalá le demos más peso a lo que sí es nuestro, de nuestra fe cristiana católica, y no tanto a lo que es mercadotecnia”, señaló.
Puntualiza que no condena la simple diversión en Halloween, pero anima a «compartir la buena noticia de la santidad. Ojalá que también los jóvenes que van a los antros se vistan de cosas de luz y no necesariamente de algo negativo», añadió.
«Inventaron Halloween para desviar la atención»
También ha hablado el obispo Luis Artemio Flores Calzada, de la diócesis de Tepic (de tamaño similar, 1,5 millones de personas), quien improvisó la curiosa teoría de que Halloween nació en Estados Unidos para distraer a los mexicanos del Día de Muertos.
“En Estados Unidos no les gusta nuestra tradición por el Día de Muertos. Inventaron ese día de Halloween para desviar la atención«, declaró en un programa de radio. «Yo más bien les diría a los papás, papás y a nosotros en la Iglesia, en todas las catequesis, en todos los centros, que a los niños se le vista de santos, para que se recuerde a un santo y hagan procesiones, pero con los santos». Insistió en que Halloween «son representaciones sólo para desviar lo valioso que es la vida futura y el respeto a nuestros difuntos. Ahora sacan las brujas, fantasmas y no sé qué tanto que solo buscan desviar la atención cristiana, también es una manera de querer descristianizar, eso hay que dejarlo claro«.
Dicho esto, pide no satanizar a quienes celebren Halloween, aunque considera que en México aún no ha penetrado mucho. Y anima a celebrar «a los santos o a seres queridos con los altares, donde se ponen las fotos de nuestros antepasados. Eso es valioso, cristiano. Lo otro pues son cosas que se quieren meter para quitar lo otro o desviar la atención sobre la celebración ancestral y milenaria por el Día de Muertos».
«La muerte es la puerta para llegar a la vida»
Desde la diócesis de Tabasco (unos 2,4 millones de habitantes) el obispo Gerardo de Jesús Rojas López declaró que Halloween es una «celebración extranjera» que «confunde» a los jóvenes. «La fiesta ni es el 31 de octubre ni es el 2 de noviembre. Es el día primero que celebramos a Todos los Santos. Nosotros no celebramos la muerte, la muerte es la puerta para llegar a la vida, no es el final”, dijo.
El obispo Rojas López con varias imágenes de santos en la pared.
Animó a los católicos a celebrar a Todos los Santos y Fieles Difuntos. «Pedimos a Dios por quienes se adelantaron, por su eterno descanso, que estén en la presencia de Dios, donde no hay luto, ni llanto, sino paz y alegría eterna. Que Dios lo tenga en su reino, porque todos vamos a pasar por ese acontecimiento. Halloween es una fiesta que confunde, es una fiesta que aleja de Dios y que no tiene nada que ver con nuestra fe”, resaltó.
«Halloween invoca a monstruos, situaciones del mal»
Desde la arquidiócesis de León (Guanajuato, México, 2,4 millones de habitantes) habló su portavoz, el sacerdote Marco Cortés Muñiz. «Recordamos a nuestros fieles difuntos de la mejor manera. Nosotros no aceptamos como tal una fiesta de Halloween porque finalmente invoca a monstruos, invoca a situaciones del mal y nosotros como católicos invocamos la vida. Una máscara, por ejemplo, demoníaca, que evoca una agresión, no podemos promoverla».
«Es por eso que la Iglesia promueve que se celebre a Todos los Santos y si vamos a honrar a los fieles difuntos lo vamos a hacer con mucho orden, porque fueron personas que nosotros también amamos y seres humanos, que su cuerpo se dejó de ver, pero su alma va rumbo a Dios”, manifestó el vocero de la Arquidiócesis. El sacerdote pidió orar para que Dios conceda el descanso a los difuntos.
Además, explicó que en domingo 3 de noviembre en algunas parroquias y grupos de catequesis se organizan fiestas junto a la misa y caminatas en las que los niños van regalando estampas de santos. «Cada parroquia con los niños de la catequesis organiza una fiesta de Todos los Santos en la celebración de los niños. En algunos se hace un concurso del niño que va más alegre o va vestido de santo y se hacen juegos. En algunas parroquias va haber un rally y una caminata y se les regaló una estampita a otros niños”, fue detallando.
Una fiesta «estadounidense»
También ha hablado de Halloween el arzobispo de Hermosillo (1 millón de habitantes), Ruy Rendón Leal. La presentó como una fiesta estadounidense y dijo que «el contexto de esta fiesta está relacionado con el imaginario de la gente sobre fantasmas, brujas y mil cosas más”, comentó.
Animó a celebrar el Día de Fieles Difuntos y las tradiciones mexicanas. “Esta es una fiesta bien enraizada en nuestro país, en nuestras familias”, agregó, “y hay que tenerla en cuenta».
También invitó a celebrar Todos los Santos el día antes y venerar a los hombres y mujeres de iglesia que llevaron una vida extraordinaria y son un ejemplo o modelo a seguir.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
La policía impide un nuevo ataque a cristianos por parte de musulmanes en Pakistán
Los obispos españoles sacan una nota contra la sanación intergeneracional, pero no dan alternativas
El documento final del Sínodo de la Sinodalidad será considerado «magisterio»… pero «no normativo»