El político español Alejo Vidal-Quadras, ex líder del Partido Popular en Cataluña y ex vicepresidente del Parlamento Europeo -entre otros cargos de relevancia-, recibió hace unos días un tiro en la cabeza a plena luz del día en las calles de Madrid, cuando regresaba de hacer deporte. Un atentado que está siendo investigado por la Audiencia Nacional, que tiene al régimen de Irán como uno de los principales sospechosos.
Después de varios días ingresado -y escoltado por protección- en el hospital madrileño Gregorio Marañón -donde todavía continúa-, el político ha publicado este domingo 19 de noviembre su primer artículo de opinión tras el atentado en el portal online Voz Populi. En el texto, Alejo analiza la situación política de España y da algunos detalles sobre el atentado y los días posteriores, y sobre el sentido trascendente de su sufrimiento.
Un amor que no es fruto de procesos neuronales
«En el Gregorio Marañón tienen un equipo excelente de psiquiatría y psicología clínica para casos de estrés postraumático. Dos de estos jóvenes me visitaron para ayudarme a manejar la terrible situación que había vivido. Estás tranquilamente regresando a casa y de repente suena una detonación y eres un cuerpo desmadejado del que la vida huye a borbotones tibios», comenta Alejo en su artículo.
Disparan en la cara a Alejo Vidal-Quadras, ex presidente del PP de Cataluña y fundador de VOX. Ha sucedido en el centro de Madrid este mediodía en el barrio madrileño de Salamanca.
Está consciente y ha sido trasladado a un hospital de Madrid. ¡Terrible! https://t.co/zCovB27E6r
— Jordi Rguez Virgili (@jrvirgili) November 9, 2023
«(Los dos jóvenes) se interesaron por cómo estaba enfocando el espantoso acontecimiento del que había sido víctima. Mi respuesta les sorprendió. Les dije que una vez superada la primera etapa de pánico incontenible cuando crees que ha llegado el final durante el ululante viaje alucinatorio en ambulancia, surge incontenible el amor«, añade el político.
Es entonces cuando, después de acordarse de la labor de médicos, enfermeras y familia, Alejo da las gracias a Teresa Gimenez Barbat, por el artículo que le dedicó, a quien «le encanta Steven Pinker» pero que, «sin embargo, por muy optimista que sea el materialismo pinkeriano, es muy improbable que ese derroche de entrega sin límite sea un puro fruto de procesos neuronales, baile de hormonas y centelleo de sinapsis«, dice Alejo.
«Pinker niega la existencia de un alma y todo lo reduce a la materia organizada en la complejidad de la vida. Mi generación no se puede desprender de un ansia de trascendencia en la que el ser humano va más allá de la bioquímica. Por eso compartí con mis dos inteligentes interlocutores que, paradójicamente, de este descenso a los infiernos había emergido una radiante belleza», concluye el político.
Puedes leer aquí de forma íntegra el artículo de Alejo Vidal-Quadras.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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