20/11/2024

Así fue el congreso para «Reparar lo Irreparable»: es posible con el Corazón de Jesús

Del 30 de abril al 5 de mayo tuvo lugar en Roma el Congreso “Reparar lo Irreparable”, organizado por el Santuario de Paray le Monial y la Comunidad del Emmanuel.

Reparar, explicaron, es recibir el amor de Jesús y amarlo a su vez, para compensar la indiferencia y la ofensa de que es víctima.

La reparación, que en años recientes ha tenido “mala prensa” en los ámbitos del debate teólogico, se presentó en el congreso con toda su profundidad teológica y espiritual desde el mensaje del Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque. Cobra hoy una actualidad especial en la Iglesia a raíz de los casos de abusos sexuales y de autoridad en entornos eclesiales.

Paray-le-Monial, el santuario de las apariciones, celebra este año el jubileo por los 350 años de las revelaciones del Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque, con numerosas actividades y peregrinaciones.

Participaron en la cita de Roma 150 congresistas: laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas de congregaciones ligadas a la devoción al Corazón de Jesús. Hubo encuentros y debates con más de 30 ponentes.

El obispo Benoît Rivière, de la diócesis de Autun; el padre Kern, rector del santuario de Paray-le-Monial; el padre Alsina, de los Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en el congreso Reparar lo Irreparable en Roma.

Entre los conferenciantes estuvieron:

– Eric Moulins de Beaufort, arzobispo de Reims y presidente de los obispos de Francia;
Luis Navarro, rector de la Universidad de la Santa Cruz en Roma,
– P. Serge-Thomas Bonino, teólogo dominico;
– P. Benoît Guédas, antiguo rector del Santuario de Paray-le-Monial actualmente en misión en Quebec;
– Isabelle Chartier-Siben, psicoterapeuta y victimóloga.

Los profesores F. M Echavarría, José María Alsina, Javier Pueyo Velasco, Víctor Castaño y Agustín Giménez, pertenecientes al Instituto del Corazón de Cristo, ofrecieron sus ponencias en el Congreso acompañando a la delegación española que tuvo una significativa representación de sacerdotes y religiosas.

El sábado por la mañana el Papa Francisco recibió a los Congresistas en audiencia privada. El Papa les recordó la importancia y actualidad del tema de la reparación al Corazón de Jesús en la vida de la Iglesia. Al final de la audiencia, los congresistas saludaron personalmente al Santo Padre. El rector del santuario de Paray le Monial, el P. Etienne Kern ofreció al Papa una reliquia de Santa Margarita María para que la venerara, y le presentó una Carta en la que se le pedía que, con motivo de la celebración de la Fiesta del Corazón de Jesús del 27 de diciembre de 2025, Jubileo de los Sacerdotes en Roma, renueve la Consagración del Mundo y de la Iglesia a los Corazones de Jesús y María.

Españoles en el congreso Reparar lo Irreparable en Roma, del 1 al 5 de mayo de 2024.

En el contexto de este Jubileo por los 350 años de las apariciones del Corazón de Jesús en Paray, en España se están «calentando los motores» para el Congreso Internacional Cor Iesu Spes Salvi que se celebrará en Valladolid del 6 al 8 de junio del próximo 2025.

Papa Francisco: «la reparación, erróneamente considerada obsoleta»

El Papa Francisco ha difundido su discurso a los participantes en el congreso (aquí en italiano y francés).

Señaló que en el Nuevo Testamento la reparación «toma la forma de un proceso espiritual, en el marco de la redención realizada por Cristo», algo que «se manifiesta plenamente en el sacrificio de la Cruz».

«La novedad aquí es que revela la misericordia del Señor hacia el pecador. La reparación contribuye, pues, a la reconciliación de los hombres entre sí, pero también a la reconciliación con Dios, porque el mal cometido contra el prójimo es también una ofensa contra Dios, como dice Ben Sirac el Sabio: ‘¿No corren las lágrimas de la viuda por las mejillas de Dios?’«.

Mencionando el título del congreso («reparar lo irreparable») el Papa añadió: «La reparación completa a veces parece imposible, cuando las posesiones o los seres queridos se pierden definitivamente o cuando determinadas situaciones se han vuelto irreversibles. Pero la intención de enmendar y hacerlo concretamente es esencial para el proceso de reconciliación y el retorno de la paz al corazón».

El Papa Francisco señaló luego que «la reparación, para ser cristiana, para tocar el corazón del ofendido y no ser un simple acto de justicia conmutativa, presupone dos actitudes exigentes: reconocerse culpable y pedir perdón». Así, «cualquier reparación, humana o espiritual, comienza con el reconocimiento del propio pecado».

Respecto a “pedir perdón”, el Papa explicó que “es la confesión del mal cometido, siguiendo el ejemplo del hijo pródigo que dice al Padre: ‘He pecado contra el cielo y contra ti’”. “Pedir perdón reabre el diálogo y manifiesta el deseo de restablecer el vínculo en la caridad fraterna. Y la reparación —incluso un comienzo de reparación o simplemente el deseo de reparar— garantiza la autenticidad del pedido de perdón, manifiesta su profundidad, su sinceridad, toca el corazón del hermano, lo consuela y le inspira la aceptación del perdón solicitado”. “Así, si lo irreparable no puede repararse del todo, el amor siempre puede renacer, haciendo soportable la herida”, resaltó.

El Papa recordó que «Jesús pidió a Santa Margarita María actos de reparación por las ofensas causadas por los pecados de los hombres. Si estos actos han consolado su corazón, esto significa que la reparación puede consolar también el corazón de cada persona herida».

El Papa Francisco se dirige a los miembro del congreso Reparar lo Irreparable en Roma.

«Que los trabajos de su congreso puedan renovar y profundizar el significado de esta hermosa práctica de reparación al Sagrado Corazón de Jesús, práctica que hoy puede estar algo olvidada o erróneamente considerada obsoleta. Y también puedan contribuir a valorar el lugar que les corresponde en el camino penitencial de cada bautizado en la Iglesia», expresó.

“Rezo para que su Jubileo del Sagrado Corazón inspire en muchos peregrinos un mayor amor de gratitud hacia Jesús, un mayor afecto; y porque el santuario de Paray-le-Monial sea siempre un lugar de consuelo y de misericordia para toda persona que busca la paz interior. Les doy mi Bendición. Y os pido, por favor, orad por mí. ¡Gracias!”, concluyó el Papa.

A continuación, el Papa rezó con la Oración del Jubileo del Sagrado Corazón:

Señor Jesús, que revelaste a Santa Margarita María tu Corazón apasionado de amor por todos y cada uno de los hombres en particular.
Tú nos invitas a beber de la fuente de tu Corazón que hoy permanece abierto más que nunca.
En este sacramento del Amor que es la Eucaristía,
Te ofrecemos nuestros trabajos y cansancios; que encontremos en Ti nuestro descanso
Te presentamos nuestros sufrimientos y heridas: consuélanos y cúranos
Te mostramos nuestra dureza de corazón: haznos mansos y humildes
Ponemos ante ti nuestras ingratitudes e indiferencias: que te devolvamos amor por amor
Te expresamos nuestra sed de amarte y anunciarte: envíanos el poder de tu Espíritu Santo
Señor, nos consagramos a Tu Corazón, horno ardiente de caridad [BREVE SILENCIO].
Haznos instrumentos que atraigan los corazones a tu Amor.
Haznos arder en tu amor compasivo que nos haga testigos ante el mundo de este Corazón que nos ha amado tanto. Amén.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»