Según el cardenal, esta actitud es importante no solo para la evangelización, sino también para avanzar en el diálogo diplomático, citando como ejemplo los «pasos graduales» que el Vaticano ha dado en su acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos en el país.
More Stories
Exégesis Simple para el Domingo II de Cuaresma, ciclo C
¡QUÉ BONITO ES EL AMOR!
LA INCONGRUENCIA DE LAS «FEMINISTAS»