El 17 de mayo de 1925 el Papa Pío XI, rodeado por 23 cardenales y 250 obispos y medio millón de fieles venidos de todo el mundo procedió a la canonización de Santa Teresita del Niño Jesús. Aquel día la Basílica de San Pedro se iluminó de una manera muy especial. Cien años después la Basílica de San Pedro se llena del esplendor de la luz en la víspera de la Misa de inicio de Pontificado del nuevo sucesor de Pedro el Papa León XIV.
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