La comunidad religiosa fundada en Canadá por el padre Bob Bedard conmemora cuatro décadas de servicio al Evangelio. Con presencia creciente en Detroit, sus sacerdotes y seminaristas viven una espiritualidad carismática, eucarística y misionera. Su carisma continúa atrayendo a jóvenes que buscan consagrar su vida a Cristo.
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