Decenas de millones de clientes potenciales por televisión y decenas de miles en persona, a pocos metros: muchos sastres presupuestarían ingentes sumas de dinero para alcanzar una publicidad capaz de llegar a tales masas, pero a Raniero Mancinelli le basta su nombre y trayectoria. Vistió primero a San Juan Pablo II, después a Benedicto XVI y, desde 2013, lo hizo de forma simultánea también con Francisco. Tras tres pontificados, espera la culminación del cónclave comenzado este 7 de mayo de 2025 para ser formalmente el sastre del nuevo sucesor de Pedro, el pontífice número 261 de la Iglesia.
]]> PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
«Madre no hay más que una»: más que la maternidad, una historia de libertad confiada frente al miedo
Las iglesias hablan más del límite de velocidad que de la protección de la vida
«¡Pidamos volver a habitar en el Corazón de Cristo, que es la verdadera casa de la misericordia!»