El Papa Francisco fue un gran impulsor del deporte y las virtudes que lo acompañan, a menudo recibía a deportistas de todo el mundo, hablaba de su pasión futbolística por el San Lorenzo de Almagro y en su pontificado la Santa Sede se lanzó a generar selecciones atléticas y hasta de polo (con seminaristas de India, Pakistán y otros países donde es popular). Admitía, eso sí, que no seguía partidos de fútbol por televisión desde 1990, aunque prestaba atención a través de otros medios.
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