Una vez más, entre sacerdotes, disfrutamos de un pequeño anticipo del Cielo. Desde donde el Señor del Tiempo, con enorme paciencia, nos va sanando de todas nuestras ansiedades.
Una vez más, entre sacerdotes, disfrutamos de un pequeño anticipo del Cielo. Desde donde el Señor del Tiempo, con enorme paciencia, nos va sanando de todas nuestras ansiedades.
More Stories
PARA PENSAR…
Cómo combatir los pecados de la carne
El hombre más inteligente del mundo profesa su fe cristiana en las redes sociales