23/04/2025

Domingo de Ramos: La Pasión de Dios

El Domingo de Ramos abre la Semana Santa. Es el primer acto de un drama divino y humano que, atravesando el Calvario, desemboca, al tercer día, en la mañana de Pascua. La piedad popular, tras el gozo de las aclamaciones del Domingo de Ramos, tiende a acentuar los misterios de dolor del Nazareno, compartidos por su Madre, la Virgen de los Dolores: “Del Calvario subiendo a la cumbre/ el reo divino a su madre encontró,/ y una espada de filos agudos/ del Hijo y la Madre hirió el corazón”, canta un Via Crucis popular al contemplar la cuarta estación.

No obstante, si queremos transitar del signo al misterio, de lo que “aparece” a lo que “es” en realidad, el subrayado no debería centrarse en la cantidad del dolor sufrido – por otra parte, ¿quién podría medirlo? – sino en la singularidad del Doliente. La Semana Santa nos interroga acerca de la identidad última de Jesús y, simultáneamente, si estamos atentos, nos la revela. El Doliente no es un hombre más, sino el Hijo de Dios hecho hombre, consustancial con el Padre por su divinidad y consustancial con nosotros por su humanidad. Solo si es verdadero Dios y verdadero hombre se podrá decir que con su muerte vence la muerte; solo si es Dios y hombre, el amor se manifestará en él como más fuerte que la muerte.

Leer más… »