El Movimiento Emaús (asociación que nada tiene que ver con los Retiros de Emaús) y la Fundación Abbé Pierre han hecho públicos este miércoles unos «hechos graves» concernientes a su fundador, Henri Grouès, conocido mundialmente como el abbé Pierre (el padre Pierre, 1912-2007), fundador en 1949 de dicho movimiento de lucha contra la exclusión y la pobreza.
El abbé Pierre, en el centro de la imagen, en los primeros años del Movimiento Emaús.
Son hechos «que pueden asimilarse a agresiones sexuales o acoso sexual«, cometidos entre los años 1970 y 2005, es decir, entre sus 58 y sus 93 años, llegando incluso a dos años antes de su muerte. Las víctimas sería siete mujeres, una de ellas menor de edad al principio, trabajadoras o voluntarias de algunas de las organizaciones del movimiento «o jóvenes del entorno personal» del sacerdote.
Fue el propio movimiento quien, tras recibir una denuncia de «una agresión sexual» hace un año, encargó una investigación al grupo especializado Egaé, que recogió y analizó los testimonios de «comportamientos inaceptables» en un informe realizado bajo la dirección de Caroline De Haas. El estudio concluyó que es posible que haya más casos, «en cantidad difícil de estimar».
«Nuestras organizaciones», subraya el comunicado, «celebran la valentía de las personas que han dado testimonio y, con sus palabras, han permitido desvelar esta realidad»: «Las creemos, y sabemos que estos actos intolerables han dejado huellas, y nos tienen a su lado».
«Estas revelaciones sacuden nuestras estructuras», lamentan, «en cuyo seno la figura del abbé Pierre ocupa un lugar principal. Todos conocemos su historia y su mensaje. Estas conductas cambian profundamente nuestra mirada sobre un hombre conocido sobre todo por su combate contra la pobreza, la miseria y la exclusión«.
«Compartimos la pena y la cólera», añaden, de quienes desde hace más de setenta años ponen en práctica la misión del movimiento. Y anuncian la creación de un dispositivo de recogida de testimonios, estrictamente confidencial, dirigido a las personas que hayan sido víctimas o testigos de «comportamientos inaceptables» por parte del padre Pierre.
Un héroe civil
El padre Pierre fue aclamado en Francia también por las instituciones civiles, que le concedieron varias condecoraciones, entre ellas la Legión de Honor en 2004. Su muerte fue anunciada personalmente por el entonces presidente de la República, Jacques Chirac, quien asistió a su funeral, y en 2012 se acuñó una moneda conmemorativa de 2 euros con su efigie.
Desde hacía décadas se había convertido en una personalidad muy conocida por su participación en la Resistencia y luego por sus alegatos contra la marginación social, que llevó a la Asamblea Nacional, donde fue diputado entre 1945 y 1951.
En 1954, cuando se vivió en Francia un crudísimo invierno, obtuvo gran resonancia su campaña de protección para los sin techo. Recientemente su movimiento celebró el septuagésimo aniversario de aquel momento clave de su historia.
En el ámbito eclesiástico, la influencia del movimiento fue creciendo al ritmo de su expansión. Fue recibido y elogiado por los últimos Papas, a quienes sin embargo se dirigió e alguna ocasión de forma acuciante para que pusiesen fin al celibato sacerdotal y permitiesen la ordenación sacerdotal de hombres casados.
Actualmente su movimiento lo conforman 425 asociaciones en 41 países, donde ayudan a quienes necesitan un trabajo o un techo y combaten otras formas de exclusión educativa o sanitaria.
En 2023 su vida fue objeto de una película, El abbé Pierre, una vida de combates, de Frédéric Tellier, como muestra del consenso por una figura que suscitaba un gran consenso social en ámbitos del establishment, consenso utilizado recientemente contra la «extrema derecha«.
El Movimiento Emaús hizo un comunicado el 19 de junio llamando a movilizarse contra la «amenaza» de un triunfo del Rassemblement National. En el texto utilizaba, entre otros argumentos, que «la extrema derecha no defiende a las mujeres«.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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