14/01/2025

El aborto cada año mata a más bebés, ya son 45 millones al año: la Iglesia no debería callar

Las asociaciones provida en lengua inglesa ya desde hace unos años publican las cifras de causas de mortandad mundial, que toman de la web Worldometer, que a su vez las toma de entidades internacionales y académicas. Así sabemos de qué se muere la gente. 

En 2024, siempre según Worldometer, murieron por aborto provocado 45,1 millones de bebés, más que nunca.

El cristianismo es una religión que defiende la vida, especialmente la de los débiles, los pequeños y pobres. Es también una religión mundial: le interesa la justicia y la defensa de la vida en todo el mundo.

Hay muchas causas de muerte en nuestra época, algunas especialmente injustas e indignantes. Pero se mire como se mire, con las cifras en la mano, no hay nada tan malo como el aborto, y los cristianos no deberían arrinconarlo como un tema menor o para especialistas.

La Iglesia debería premiar, incentivar, animar a los que defienden la vida, y ser su gran apoyo, y no mirarles como «raritos».

El aborto no es un tema menor, sino la carta más violenta en la baraja del mal.

Comparando con otros males

Se habla mucho de una epidemia de salud mental que lleva a muchos al suicidio y daña más a los adolescentes. Es preocupante, pero según estima Worldometer los suicidios en el mundo fueron 1 millón 71.000 en 2021 y 1 millón 73.000 en 2024. Es algo prácticamente estabilizado (aunque si añadiéramos las eutanasias legalizadas, incluso incentivadas, probablemente las cifras serían peores, y eso merece su propia denuncia).

También mueren niños menores de 5 años, la inmensa mayoría por enfermedades evitables en países muy pobres: fueron 7,6 millones en 2021 y prácticamente la misma cantidad en 2024. Otra cifra terrible, pero también estabilizada. Una serie acción en su favor podría salvar millones de vidas cada año. Los católicos hacen mucho en esa línea (por ejemplo, desde España, a través de Manos Unidas) y sin duda harán cada vez más.

Los muertos en accidente de tráfico también están en un mismo rango: suelen ser 1,34 o 1,35 millones al año.

La gripe de cada año mata unas 500.000 personas, la mayoría ancianos que ya tenían otras muchas complicaciones.

También el cáncer mata unos 8,2 millones de personas cada año, es otra cifra estabilizada.

Tabla con las víctimas de distintas causas de muerte en el mundo en 2024 (Worldometer)

Bajo estas líneas, la tabla con las víctimas de distintas causas de muerte en el mundo en 2021 (Worldometer)

Por qué destaca el aborto

El aborto provocado destaca en estas tablas porque es una cifra mayor incluso que todas las otras juntas.

Es una cifra completamente evitable: son humanos grandes que deciden matar humanos pequeños, a menudo incluso contra la voluntad de su padre, sus tíos, sus abuelos…

En 2021 los abortos provocados a nivel mundial fueron 42,6 millones.
En 2022 y 2023 rondaban los 44 millones.
En 2024, siempre según Worldometer, eran 45,1 millones. Más que nunca.

Por cada niño pobre que muere de una enfermedad evitable, otros 6 son voluntariamente matados antes de que nazcan. Por cada persona que muere en un accidente de tráfico, 33 niños son voluntariamente abortados.

Si repasamos las cifras de Worldometer de causas de muerte, se comprueba que 4 de cada 10 humanos que murieron el año pasado (y los anteriores) lo hicieron porque otros humanos, adultos, no les dejaron nacer, los mataron en el seno materno.

Para imaginar lo que son esos 45 millones de abortos del año 2024 (año de tecnología moderna, de recursos humanos avanzados, buena medicina, etc…) pensemos que es el equivalente a toda la población de Argentina.

Esa cifra es igual a sumar todos los habitantes de Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Panamá. Imaginemos que mueren todos ellos. Y en un solo año, insistamos.

Algunos cambios: a bien en EEUU, a mal en Hispanoamérica

Es verdad que con nuevas leyes provida en algunos estados de EEUU, han disminuido los abortos en ese país, salvando decenas de miles de bebés norteamericanos cada año. Pero es poco comparado con el crecimiento del aborto en países hispanos, y en España, o su banalización masiva en China y la India.

En el país de México hubo unos 12.500 abortos legales anuales en los años de esta década, mientras que en la década pasada eran unos 17.000 al año. En 2013 se realizaron 20.765, triste récord para el país, pero una quinta parte de lo que se hace en España en un año. Entre 2007 y mayo de 2023, se practicaron en México un total de 263.000 abortos legales: 180.000 correspondían a mujeres residentes en Ciudad de México.

En Argentina, desde la aprobación de la nueva ley de 2021, los abortos legales fueron 73.000 en 2021, 96.000 en 2022 y 106.000 en 2023.

En Chile hay unos 21.000 abortos legales al año, con una ley de 3 causales (a los que podrían añadirse unos 8.000 ilegales, según calcula el Instituto Melisa, que hace cálculos serios y críticos).

Justicia social y religión verdadera según la Biblia

Si justicia social es defender a los huérfanos, a los pobres, a los niños, a los indefensos, ninguna causa provoca tantas muertes injustas y daña tanto a los niños como el aborto.

La Carta de Santiago dice que «la religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas». El aborto provocado proclama que tal o cual bebé (45 millones al año) son  «huérfanos» en la práctica, sin que el Estado, su padre o su madre le defiendan (al padre no le dejan las leyes, otras veces no quiere defenderlo). Y nadie se ocupa de él excepto para matarlo. El aborto es lo contrario de la «religión pura y verdadera».

En la revista Breitbart citan algunos datos de EEUU, como que el aborto tiene un perfil racial en EEUU: el 60 por ciento de las muertes de afroamericanos en EEUU, sería por aborto (datos del Open Journal of Preventive Medicine  en 2016). Un pastor afroamericano señalaba la ironía de que el aborto sea la cirugía más común en las mujeres y también «el procedimiento médico menos regulado», a menudo «completamente ignorado por las autoridades sanitarias».

Entre las mujeres blancas, se producen 106 abortos por cada 1.000 nacimientos vivos; entre las mujeres negras, se producen 429 abortos por cada 1.000 nacimientos. Esto significa que en EEUU los bebés negros son abortados a una tasa cuatro veces mayor que entre los blancos. Hay gente que habla mucho de justicia racial, pero no hay mayor desigualdad racial que en el aborto. Aunque, si el aborto se presenta como algo «muy bueno», ser negro es 4 veces «mejor» que ser blanco (si es que eres la madre; si eres bebé, el riesgo de que te maten se multiplica por cuatro).

Voluntarias de 40 Días por la Vida en Comayagua, Honduras.

España va a cumplir 10 años con más muertes que nacimientos

Los absurdos del aborto salen una y otra vez cada vez que se examinan las cifras. En España tiene tintes casi de humor macabro.

España es un país envejecido, donde las mujeres tienen una edad promedio de 45,3 años, donde las mujeres en edad fértil escasean y donde desde 2015 hay más muertes que nacimientos. España va a cumplir una década con más muertes que nacimiento.

En este país envejecido, el Estado no da apenas ayudas a las madres mientras financia todos los abortos. Hubo 103.000 abortos en 2023: 1 de cada 4 embarazos en España acaba en aborto provocado. María Torrego, presidenta de Fundación RedMadre, denunciaba hace unos meses que las administraciones públicas gastan 12 veces más en financiar abortos que en ayudar a las embarazadas a tener hijos.

El Informe RedMadre de cada año lo muestra: si quitamos las ayudas de la Comunidad de Madrid, el esfuerzo de las administraciones por las embarazadas (sumando ayuntamientos, diputaciones, autonomías) es de 6 euros y medio por embarazada.

Muchas causas buenas, pero esta es especial

Hay muchas causas provida importantes en las que los cristianos deben luchar. Es bueno luchar contra la eutanasia, y contra la depresión y el suicidio, y contra la droga que va relacionada con tantos males, es bueno luchar contra la miseria y las enfermedades, apoyar los hospitales pediátricos en países pobres, apoyar los comedores infantiles en esos países como hace Mary’s Meals, ayudar a los niños pobres del mundo como enseña cada año la Infancia Misionera.

Pero las cifras muestran que no hay nada que mate tanto, y con tanta banalidad, y corrompiendo tanto, como el aborto.

Si el aborto mata mucho más que otros males, y a víctimas mucho más inocentes y desvalidas, tiene sentido que los cristianos, los sacerdotes, los obispos, los laicos, todas las personas que aman la vida, hablen mucho más de ello, y dediquen muchos más esfuerzos a combatirlo.

El esfuerzo de los voluntarios provida… ¿y la Iglesia?

En España hay un veterano tejido de asociaciones provida, de distintos estilos. Hay rescatadores a la puerta de clínicas que han salvado muchas vidas; hay grupos de oración silenciosa, como 40 Días por la Vida, que despiertan muchas conciencias; hay toda una red asistencial, cada vez más generosa, coordinada en RedMadre; las asociaciones provida insisten en su acción de denuncia y formación; en la Iglesia Católica hay algunas parroquias y algunas diócesis que apoyan los grupos provida de Spei Mater. Deberían ser más.

Voluntarias de Red Madre en una feria de voluntariado en Jaén en diciembre de 2024.

Este tejido, veterano, generoso, en realidad es bastante frágil, se basa en voluntarios, personas de buena voluntad que hacen lo que pueden, a ratos. La Iglesia Católica, en España y en otros países hispanos, podría hacer mucho más.

¿Cuántos liberados -religiosas, sacerdotes, laicos con sueldo- tiene la Iglesia Católica española dedicados a este tema, el apostolado provida, a tiempo completo?

Algunos clérigos(y algunos políticos) dicen que «no podemos estar siempre hablando del aborto». Lo suelen decir los que NUNCA hablan del aborto y nunca dicen nada contra él.

Pero si el aborto mata a tantos inocentes cada año, y corrompe tantas conciencias, sí, este mal requiere una atención especial. Como sugiere la Carta de Santiago, el trato a los huérfanos es una especie de termómetro moral. O en palabras de la Madre Teresa de Calcuta, «si el aborto no está mal, entonces, nada está mal».

No todos los cristianos tienen que volcarse en esta lucha, hay otras luchas importantes que atender. Pero clérigos y laicos (eso incluye universidades católicas, asociaciones, cofradías) deberían incentivarla. Explica San Pablo: «muchos son los miembros, pero  uno sólo el cuerpo. El ojo no puede decir a la mano: no te necesito. Ni la cabeza a los pies: no tengo necesidad de vosotros».

La labor meritoria de algunos voluntarios a ratos libres no es bastante. Una parte importante del Cuerpo de Cristo, de la Iglesia, que es Madre, debe volcarse en ser voz de los sin voz, y luchar por los más pequeños de sus hijos. 

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»