Al presentar el documento La Reina de la Paz sobre el fenómeno espiritual de Medjugorje, el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio de Doctrina de la Fe, respondió a preguntas de los periodistas acerca de aspectos conflictivos de los mensajes ligados a sus supuestos videntes.
Y así, el cardenal comentó al final de la rueda de prensa: «El ayuno es uno de los temas que no me parece central aunque aparezca en distintos mensajes; lo del ayuno en miércoles y viernes es muy preciso y consideramos que no hay que tomarlo muy en serio«.
Entre los grupos devotos de Medjugorje, se fomentan mucho 5 prácticas concretas que llaman las «cinco piedras», que toman de distintos mensajes:
– orar «con el corazón» (sobre todo, el Rosario),
– la eucaristía frecuente,
– la lectura de la Biblia,
– la confesión frecuente, al menos mensual,
– el ayuno a pan y agua miércoles y viernes.
Este último aspecto fue el que vino a la mente del cardenal al improvisar una respuesta.
El documento de Doctrina de la Fe valora positivamente que para muchos «la vida ha cambiado después de haber acogido la espiritualidad medjugoriana
en la vida cotidiana (mensajes, oración, ayuno, adoración, Santa Misa, confesión…)».
El documento vaticano, al mencionar el ayuno, acude a los mismos mensajes medjugorianos para matizar en qué consisten, «explicado como una ofrenda libre más allá de los sacrificios de tipo físico».
Así, citan el mensaje del 8 de diciembre de 1981: «Si estáis en dificultad o en la necesidad, venid a mí. Si no tenéis la fuerza de ayunar a pan y agua, podéis renunciar a otras cosas. Más que al alimento, estaría bien renunciar a la televisión, porque —después de haber visto los programas de televisión— estáis distraídos y no sois capaces de orar. Podéis renunciar también al alcohol, a los cigarrillos y a otros placeres. Sabéis por vosotros mismos aquello que deberíais hacer». Así, se mitiga la especificidad del «pan y agua».
Los temas «problemáticos»
El documento La Reina de la Paz dedica 6 páginas a lo que llama «aclaraciones necesarias», para que «unos pocos elementos confusos no oscurezcan la belleza del conjunto» y para «evitar las posibles confusiones que pueden conducir a grupos minoritarios a distorsionar la valiosa propuesta de esta experiencia espiritual».
El texto advierte de «algunos mensajes que deben tomarse en consideración con especial cuidado».
1. «Reprimendas y amenazas»: en esa categoría se incluyen mensajes en que «la Virgen parece mostrar alguna irritación porque no se han seguido algunas
de sus indicaciones; advierte así de señales amenazadoras«. Para compensarlo, el documento recomienda otro mensaje, de 1983, que dice: «Los que hacen predicciones catastróficas son falsos profetas. Dicen: “En tal año, en tal día, habrá una catástrofe”. Siempre he dicho que el castigo llegará si el mundo no se convierte. Por eso os invito a todos a la conversión. Todo depende de vuestra conversión» (15.12.1983).
2. «Los mensajes a la parroquia»: en esa categoría «la Virgen parece desear un control sobre detalles del camino espiritual y pastoral —peticiones de días de ayuno o indicaciones de compromisos específicos para los diferentes tiempos litúrgicos—, dando así la impresión de querer sustituir a los organismos ordinarios de participación».
Para el cardenal Fernández, esos mensajes son «una comprensible expresión del intenso amor de los presuntos videntes por su comunidad parroquial. Pero los mensajes de la Virgen no pueden sustituir ordinariamente el lugar del párroco, del consejo pastoral o del trabajo sinodal», detalla el cardenal.
3. La insistencia: «vivid mis mensajes, difundid mis mensajes». A veces, «la insistencia se convierte en agobiante«, dice el texto de Doctrina de la Fe, poniendo un ejemplo de 2011.
«Esta exhortación, tan repetida, procede probablemente del amor y del generoso fervor de los presuntos videntes que con buena voluntad temían que las llamadas de la Madre a la conversión y a la paz fuesen ignoradas. Esta insistencia se convierte aún más problemática cuando los mensajes se refieren a peticiones de improbable origen sobrenatural, como cuando la Virgen imparte órdenes sobre fechas, lugares, aspectos prácticos, y toma decisiones sobre cuestiones ordinarias», añade el texto. Así, en 1984, un mensaje pedía no trabajar durante 3 días para celebrar una fiesta de la Virgen.
«Es razonable que los fieles, haciendo uso de la prudencia y del sentido común, no tomen en serio o no presten atención a estos detalles», dice con sencillez el cardenal Fernández.
El cardenal prefiere las exhortaciones de la Virgen a leer la Biblia y alimentarse de los evangelios y no de cosas extrañas: «No vayáis en busca de cosas extraordinarias, sino tomad el Evangelio, leedlo y todo os será claro» (12.11.1982).
4: Los mensajes de «autoexaltación»: «Son problemáticos los mensajes que atribuyen a la Virgen las expresiones: “mi plan”, “mi proyecto”: «cada uno de vosotros es importante en mi plan de salvación» (25.05.1993). […] Estas expresiones podrían confundir. En realidad, todo cuanto María lleva a cabo es siempre al servicio del proyecto del Señor y de su plan divino de salvación. María no tiene un plan solamente suyo para el mundo y para la Iglesia».
Aprovecha el texto para comentar la expresión «mediadora» que usa la figura de la Virgen en los mensajes: «la expresión “mediadora” llevaría erróneamente a atribuir a María un lugar que es único y exclusivo del Hijo de Dios hecho hombre; se pondría, de hecho, en contradicción con lo que afirma la Sagrada Escritura cuando dice que existe un solo ‘mediador entre Dios y los hombres’ (1 Tm 2,5-6)».
El mandato de Doctrina de la Fe respecto a los mensajes es «concentrar la mirada no en los detalles sino en las grandes exhortaciones que aparecen en los mensajes de la Gospa [Señora, en lengua eslava]. A su luz algunos textos menos importantes o poco claros deben ser leídos con prudencia«.
Y el documento detalla un mensaje que le parce un buen resumen de la espiritualidad medjugoriana:
«Mi deseo es el de acercaros cada vez más a Jesús y a Su Corazón traspasado, para que vosotros seáis capaces de comprender el inmenso amor con el que se ha entregado por cada uno de vosotros. Por eso, queridos hijos, orad para que de vuestros corazones pueda brotar una fuente de amor hacia cada persona, incluso hacia quienes os odian y os desprecian. De esa manera, seréis capaces de vencer, con el amor de Jesús, todas las miserias de este mundo lleno de sufrimientos, el cual no tiene esperanza para aquellos que no conocen a Jesús» (25.11.1991).
Añade además, otra recomendación: «A las personas que van a Medjugorje se les debe orientar fuertemente a aceptar que las peregrinaciones no se hacen para encontrarse con supuestos videntes, sino para tener un encuentro con María, Reina de la Paz».
Una escena de la rueda de prensa vaticana sobre Medjugorje y el documento La Reina de la Paz:
Unas apariciones peculiares: miles de mensajes, aún hoy
El documento La Reina de la Paz empieza proclamando una ambiciosa intención: «Ha llegado el momento de concluir una larga y compleja historia en torno a los fenómenos espirituales de Medjugorje». Sin embargo, hay que reconocer que la «historia larga y compleja» continuará, al menos mientras sigan produciéndose mensajes. El debate sobre Medjugorje seguirá y la Iglesia (cada obispo, cada párroco, el siguiente Papa) podrá volver a pronunciarse.
La decisión de Doctrina de la Fe, técnicamente, lo único que hace es permitir el culto público universal a la Reina de la Paz, facilitar que en algún momento se construya un santuario si lo quiere el obispo de Mostar y valorar los frutos positivos que se dan en Medjugorje.
Medjugorje es peculiar en la historia de las apariciones por los miles y miles de mensajes supuestamente recibidos de la Virgen desde los años 80, con un mensaje diario, y varios más en el año, que aún continúan.
En estos mensajes puede haber expresiones poco exactas o confusas. El documento pone un ejemplo: «La expresión aislada de «mi Hijo, uno y trino, os ama» (02.11.2017). No es inusual que en los textos místicos, que quieren expresar la presencia de toda la Trinidad en el misterio del Verbo encarnado, se usen palabras no adecuadas como estas».
El texto vaticano «advierte al lector que tenga en cuenta que, cada vez que en la presente Nota se hace referencia a “mensajes” de la Virgen, se entiende siempre “presuntos mensajes”. Así, el documento no da validez celestial ni sobrenatural a los mensajes de Medjugorje, que siguen siendo»presuntos».
El documento empieza analizando los frutos de Medjugorje, que considera buenos, y los enumera:
– una sana práctica de la vida de la fe, de acuerdo con lo que está presente en la tradición de la Iglesia,
– alcanza a gente de fe superficial y la hace crecer en la fe,
– abundantes conversiones,
– frecuente retorno a la práctica sacramental (Eucaristía y reconciliación),
– numerosas vocaciones,
– profundización de la vida de fe,
– práctica más intensa de la oración,
– reconciliaciones entre los esposos,
«Cabe mencionar que tales experiencias se producen, principalmente, en el contexto de las peregrinaciones a los lugares de los hechos originales, más que durante los encuentros con los “videntes” para asistir a las presuntas apariciones», detalla el documento, que quiere reconducir el fenómeno hacia la peregrinación al lugar, y no a depender de los supuestos videntes.
El documento valora muy positivamente las actividades evangelizadoras y sacramentales de la parroquia de Medjugorje (que no es aún oficialmente santuario), y confirma que dan mucho fruto.
Y detalla unos aspectos peculiares del lugar: «A diferencia de otros lugares de culto vinculados a apariciones, parece que la gente acude a Medjugorje sobre todo para renovar su fe y no por peticiones concretas; incluso se registran grupos de cristianos ortodoxos y musulmanes». (A otros lugares se iría más a pedir sanaciones, por votos concretos o a pedir favores a Dios o la Virgen).
También detalla que «en muchas naciones del mundo, han surgido muchísimos grupos de oración y devoción mariana, inspirados por la experiencia espiritual de Medjugorje. También han surgido obras de caridad«.
Todo eso muestra la vitalidad de la devoción ligada a la Reina de la Paz, que la Iglesia quiere nutrir y acompañar con estos criterios.
Lea más sobre Medjugorje aquí.
Lea lo que el cardenal Fernández dijo de Garabandal y El Escorial aquí.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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