16/09/2024

El día que Saúl Craviotto, el español con más medallas, puso en orden los sacramentos de sus hijas

Saúl Craviotto, 39 años, policía nacional, casado y padre de tres hijas, se ha convertido este jueves con su victoria parisina en el español con más medallas olímpicas de la historia.

El equipo español de piragüismo de velocidad K4 500 metros logró la medalla de bronce, para alegría de su equipo de piragüistas: Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, el abanderado Marcus Cooper Walz y Rodrigo Germade. Todos están contentos, pero Craviotto hace historia: tiene con ésa 6 medallas olímpicas y nunca antes un español tuvo tantas.

Ya tenía antes dos medallas de oro (una de ellas junto a Cristian Toro), dos platas y otro bronce.

Equilibrio entre presencia mediática y perfil discreto

Craviotto intenta un equilibrio entre cierta presencia mediática y un perfil discreto en lo personal y familiar.

Saúl Craviotto tiene 382.000 seguidores en su cuenta de Instagram que alimenta con frecuencia. Su mujer Celia, en su cuenta TheFitBowl, habla de comida sana, con 136.000 seguidores en Instagram.

Como policía, Saúl patrulló las calles de Gijón, pero su éxito deportivo le permitió permisos para entrenar y compaginar tareas con el deporte. Ya su padre Manuel era piragüista y compitió con la selección española. Saúl entró en un centro de alto rendimiento deportivo ya a los 15 años (para disgusto de su madre, dicen).

Tras lograr la medalla de plata en Londres 2012, pidió la mano de su novia, Celia García, y se casaron por la iglesia en Asturias en 2013. En 2014 nació su hija Valentina; en 2017, la segunda, Alejandra, y en noviembre de 2022 la pequeña Olivia.

Pero en su momento no bautizaron a las niñas.

El momento llegó el pasado 30 de septiembre de 2023, cuando bautizaron a las tres niñas. Fue el día en que los Craviotto pusieron en orden los sacramentos de las chicas. Acudieron a la ceremonia los padres del campeón olímpico. Se hicieron fotos y lo anunciaron en redes.

«Ayer fue un día muy especial y bonito», escribieron ambos en Instagram. Ella se alargó un poco más: «Ayer fue un día muy especial, fue el bautizo de nuestras tres hijas y lo disfrutamos muchísimo rodeados de nuestra familia», señaló Celia. Al día siguiente, la familia se hizo fotos en lugares emblemáticos de Asturias.

Hace unas semanas, el 19 de mayo, Valentina, la mayor de las niñas Craviotto, celebró su Primera Comunión (quizá esa fuera la causa meses antes de aprovechar para bautizar a todas las niñas). El padre se mostró orgulloso en redes: «Ayer fue un día mágico en la vida de mi hija Valentina. No puedo estar más orgulloso y quererte más». Y su madre escribió: «Ayer fue un día precioso y muy, muy especial. Te queremos muchísimo, Valentina».

Saúl Craviotto y su esposa Celia en la Primera Comunión de su hija Valentina en mayo de 2024.

Más allá de ponerse al día en lo sacramental, los Craviotto no hablan de fe ni de religión en sus redes.

Con Manos Unidas y los misioneros en Mozambique

Pero, como ya contamos en ReligionEnLibertad en 2018, Saúl fue embajador de Manos Unidas, la gran ONG católica española de ayuda internacional al desarrollo. Con ella viajó a Amatongas, Mozambique, a la misión de María Inmaculada de los hermanos del Sagrado Corazón.

Entrevistado en Alfa y Omega declaró: “He podido ver la experiencia con los responsables de Manos Unidas. Son gente maravillosa con un corazón brutal, que trabaja de forma altruista. He podido palpar cómo usan el dinero, cómo tratan a las personas, y me he enamorado de su labor».

El piragüista quedó impresionado, dijo, con el padre Germán, que “estuvo 20 años en el Congo y llega otros veintitantos en Mozambique. Es una persona que ha entregado su vida por y para los demás. Tienen el cielo ganado”.

Le encantó colaborar con esta misión, que incluye unas instalaciones deportivas de las que se aprovecharán unos 1.200 niños.

«Este viaje ha sido una cura de humildad. Me ha hecho valorar mucho más nuestra vida y las comodidades de nuestro día a día», dijo a Manos Unidas. Y añadió que se consideraba afortunado de conocer allí muchas personas «que tienen lo justo para vivir y, sin embargo, comparten todo lo que tienen con una alegría de vivir admirable«.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»