El gobierno francés está tomando medidas legales contra Abbé Matthieu Raffray, sacerdote católico, por describir la homosexualidad como un pecado. Aurora Bergé, «Ministro para la igualdad entre mujeres y hombres y la lucha contra las discriminaciones», ha calificado de vergonzosas las palabras del clérigo y ha pedido a la fiscalía que las estudie.
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