En una entrevista concedida a la revista del colegio jesuita, el obispo de Hong Kong, Mons. Stephen Chow Sau-yan, habla de las heridas que dejaron las protestas de 2019 y la posterior represión. «La Iglesia no se ha quedado de brazos cruzados, hemos aumentado el apoyo a los jóvenes que están en la cárcel. Pero hoy es necesario que cada uno escuche al otro». Además asegura que espera encontrarse con los obispos de la China continental
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