Mons. Shen Bin, obispo de Shangai, es un claro ejemplo de los frutos del acuerdo entre la Santa Sede y China, por el cual los obispos del país asiático son elegidos entre el gobierno comunista y Roma. En un seminario celebrado este mes, ha pedido al clero y los fieles que asuman los principios del Partido Comunista.
More Stories
Solo falta la autorización del Papa para canonizar a las carmelitas mártires de Compiègne
LA «IGLESIA» DE LA MENTIRA, DESDE QUE NACEMOS HASTA LA SEPULTURA
Santuario de Loreto: la historicidad irrebatible de la traslación milagrosa de la Casa de la Virgen