De todos es sabido que los obispos de EE.UU mantienen criterios diferentes a la hora de valorar al presidente Joe Biden, abortista radical. Algunos, caso del cardenal y arzobispo de Washington, Wilton Gregory, apenas dan importancia a que use la presidencia para promover aquello que la constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II llama «crimen abominable». Otros, como Mons. Robert Gruss obispo de Saginaw (Michigan), no dudan en criticar al mandatario.
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