12/01/2025

El Papa bautiza a 21 niños en la Capilla Sixtina para entregarles «el don más grande, el de la fe»

En la fiesta del Bautismo del Señor, el Papa Francisco ha bautizado en la Capilla Sixtina este domingo a 21 hijos de empleados del Vaticano.  Antes de la celebración, Francisco dio sus ya habituales recomendaciones: “¡Es importante que los niños se sientan bien!». Sofía, Vittoria, Tancredi Tito, Edwin Gabriel y los otros 17, “hoy son ellos los que mandan”, explica el Papa, “y nosotros debemos servirles, con el Sacramento, con la oración”.

Con las manos temblorosas por la emoción, los padres se acercan al Papa para que sus hijos reciban la señal de la cruz en la frente. Algunos patalean, otros están más tranquilos. Francisco acogió a todos con una sonrisa. Entrando en el corazón de la celebración, las voces de la Schola Cantorum sonaron para los pequeños. “Que crezcan en la fe», fue el deseo de Francisco, para que los pequeños vivan “una verdadera humanidad, en la alegría de la familia”. Y añadió: “Hoy cada uno de ustedes, padres, y la Iglesia misma, entregan el don más grande, el don de la fe a los niños”.

La misa continuó siguiendo los ritos de las celebraciones bautismales. Los concelebrantes, el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, y el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, marcaron el pecho de cada niño bautizado con el óleo de los catecúmenos. A continuación, Francisco impartió el Bautismo, bañando la cabeza de cada pequeño -acompañado de padres, padrinos y madrinas- con el agua bendita.

La celebración continuó con el rito de la unción con el santo crisma. El cardenal Krajewski acompañó la señal sobre la cabeza de cada bautizado con una caricia. El Cardenal Vérgez Alzaga entregó la túnica blanca, mientras que cada padre tenía la tarea de encender su propia vela en la llama del cirio pascual.

“Y lleven siempre esta luz con ustedes, a su casa, como recuerdo de este día. Y cuando haya algún problema, alguna dificultad, enciendan la luz para pedir al Señor la Gracia, para tu familia”, les dijo el Papa.

También se realizó el rito de «Effata», del «ábrete», que retoma el episodio del Evangelio de Marcos en el que Jesús cura a un sordomudo. Los dos cardenales tocaron, con sus pulgares, las orejas y los labios de los niños bautizados. Al final de la celebración, el Papa saludó a las familias de los bautizados: intercambia unas palabras y entrega un regalo a cada una de ellas.

La impartición del Bautismo a los hijos de los empleados del Vaticano forma parte de una tradición instaurada en 1981 por San Juan Pablo II, con un único cambio: los dos primeros años los bautizos tuvieron lugar en la Capilla Paulina, desde 1983 y hasta este año, en la Capilla Sixtina.

 

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»