En su encuentro con los miembros del Consejo Musulmán de Ancianos, en la Mezquita del Palacio Real en Baréin, el Papa recordó que ante los escenarios trágicos que vive la humanidad donde prevalecen las «quimeras de la fuerza, del poder y del dinero», los líderes religiosos están llamados a recordar que Dios y el prójimo son lo primero y más importante, que sólo la trascendencia y la fraternidad salvan.
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