En la misma semana en que los obispos de la coordinadora internacional carismática Charis han matizado Fiducia Supplicans, el Papa Francisco ha recibido en la mañana de este sábado a una delegación del Rinnovamento nello Spirito Santo, la mayor realidad de la Renovación Carismática en Italia, que tiene unos 1.600 grupos, la mayoría en Italia, pero también en Malta, Austria, Moldavia y otros países europeos.
Al parecer, el Papa no hizo ninguna alusión a Fiducia Supplicans, y quiso animar a los carismáticos a evangelizar no sólo oración y música, sino con un buen ejemplo de vida, y también a mantenerse en comunión entre ellos y con el obispo y la actividad diocesana.
En Italia, como en España y Sudamérica, la mayoría de grupos de oración carismática se reúnen en parroquias y sus miembros colaboran intensamente en la vida parroquial. Sin embargo, a veces hay otros grupos carismáticos con más tendencia a realizar apostolados sin base parroquial, y no muy coordinados con lo que se propone desde las diócesis.
«Una adoración en la que predomine el silencio»
El Papa reconoció en su discurso que «el movimiento carismático, por su propia naturaleza, da espacio y énfasis a la oración, especialmente a la oración de alabanza, y esto es muy importante».
«Sigan sirviendo a la Iglesia en esto, especialmente promoviendo la oración de adoración. Una adoración en la que predomine el silencio, en la que la Palabra de Dios prevalezca sobre nuestras palabras (…) en la que Él, el Señor, sea verdaderamente el centro y no nosotros», alentó el Papa Francisco.
Reconoció el Papa también que la pasión por evangelizar «también pertenece, por así decirlo, al ADN del movimiento carismático».
Es el Espíritu Santo quien anima a los fieles a salir y a comunicar el Evangelio, dijo el Papa. Pero animó a cuidar el ejemplo de fe con la buena vida cotidiana. “¿De qué sirve hacer largas oraciones y muchos cantos hermosos, si no sé ser paciente con el prójimo, si no sé estar cerca de mi madre que está sola –es el cuarto mandamiento: me escandalizo de los hombres y mujeres cuyos padres están en un asilo y no van a visitarlos– o de aquella persona en dificultad?”, cuestionó.
Francisco insistió: «La caridad concreta, el servicio escondido es siempre la verificación de nuestro anuncio: las palabras, los gestos y los cantos, sin la concreción de la caridad, no sirven».
«Comunión ante todo con vuestros obispos»
Después, apuntó que «el Sucesor de Pedro tiene también un carisma, que es el de la comunión, y sobre todo puede y debe confirmaros en esto. Comunión ante todo con vuestros obispos».
Después, apuntó que «los movimientos eclesiales deben buscar siempre la comunión efectiva. ¿Y qué significa esto? Significa que la comunidad de la Renovación debe estar al servicio de toda la comunidad diocesana, de toda la comunidad parroquial, según las indicaciones pastorales del obispo».
«Comunión también con otras realidades eclesiales, asociaciones, movimientos, grupos: dando testimonio de fraternidad, de estima mutua en la diversidad, de colaboración en el compromiso en iniciativas comunes, al servicio del pueblo de Dios y también en las cuestiones sociales en las que se encuentran y está en juego la dignidad de las personas. Os agradezco el compromiso que ya estáis poniendo en esto y os exhorto a ser constructores de comunión, ante todo entre vosotros. ¡Cuidado con la charlatanería!», añadió.
Finalizó insistiendo en «la comunión entre vosotros, dentro de vuestro movimiento, y luego en las parroquias y diócesis» e invocando la protección de la Virgen. «Y les pido, por favor que recen por mí. Recen con su cuerpo, con todo su cuerpo, por mí», explicitó.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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