28/11/2024

El primer ministro belga convoca al nuncio para protestar por las palabras del Papa contra el aborto

El primer ministro belga, Alexander De Croo, ha convocado al nuncio apostólico en Bruselas, monseñor Franco Coppola, para protestar por las «inaceptables» palabras de Francisco sobre el aborto durante su reciente visita a Bélgica.

De Croo, cuyo partido perdió estrepitosamente las elecciones europeas, legislativas y regionales el 9 de junio, forzándole a dimitir, lleva cuatro meses en funciones porque las cámaras resultantes no alcanzan un acuerdo para elegir a su sucesor.

Tras conducir a su partido a un monumental batacazo electoral en junio, el primer ministro se puso a llorar.

Esta precariedad política no le impidió llevar a cabo un acto inusual durante la reciente visita del Papa al país. El 27 de septiembre, en el encuentro con las autoridades y la sociedad civil celebrado en el castillo de Laeken, tomó la palabra a pesar de que también lo hizo el rey Felipe de Bélgica en cuanto jefe de Estado. Pero el primer ministro quiso recordar personalmente -como también lo hizo el monarca, en una doble descortesía– los casos de abuso por los que Francisco, en su discurso, pidió perdón.

Sicarios que aplican una ley asesina

Al día siguiente, el Papa, tras el encuentro con los consagrados en la basílica de Koekelberg, quiso visitar la cripta real de la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, donde se encuentra la tumba de Balduino (1930-1993), ante la cual rezó durante unos minutos. Allí, según informó luego la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Francisco elogió la «valentía» de aquel rey, quien en 1990 abdicó durante unas horas para no verse obligado a firmar la ley del aborto aprobada por el parlamento belga, ley que Francisco, al recordarla, calificó como «asesina«.

Además, según la portavocía vaticana, el Papa instó a los belgas a fijarse en dicho modelo de conducta «en este momento en que las leyes criminales se abren paso”. En efecto, actualmente el parlamento belga tiene pendiente de completar la tramitación de una ley que amplía el plazo del aborto legal de las 12 a las 18 semanas.

En la rueda de prensa durante el vuelo de regreso a Roma, Francisco volvió a incidir, tanto en el elogio a Balduino como en la calificación del aborto: «El rey fue valiente porque ante una ley de muerte no firmó y dimitió. Eso requiere valor, ¿no? Hace falta un político ‘con pantalones’ para hacer eso. Se mata a un ser humano. Y los médicos que se prestan a esto son -permítanme la palabra- sicarios. Son sicarios. Y eso no se puede discutir. Se mata una vida humana».

«Inaceptable»

Este jueves, durante la sesión del control al gobierno en la Cámara de Representantes belga, De Croo fue sometido a una batería de preguntas sobre estas palabras del Papa, consideradas «una provocación» y «una injerencia» por la diputada ecologista Sarah Schlitz, y «retrógradas» y «patriarcales» por la socialista Caroline Désir.

En su respuesta, el primer ministro afirmó que la visita a la cripta «no estaba prevista», que «fue el propio Papa quien insistió en esa visita en el último minuto para poder recogerse ante la tumba del rey Balduino», y que él se enteró después. Fue, por tanto, una visita «puramente privada», pero De Croo considera que las palabras del Papa «no son aceptables«, sobre todo la calificación de los médicos aborteros como «sicarios» y de la ley de 1990 como «ley de muerte»: «No tenemos ninguna lección que recibir sobre la forma en la que nuestros parlamentarios votan democráticamente las leyes. El tiempo en el que la Iglesia dictaba la ley en nuestro país ha quedado felizmente muy atrás», afirmó.

El político liberal flamenco anunció asimismo que ha llamado al nuncio apostólico en Bruselas, monseñor Franco Coppola, para entrevistarse con él y decirle que «lo que ha pasado es inaceptable«.

De Croo concluyó su intervención reprochando a la Iglesia de no haber actuado con diligencia contra los abusos de menores en su seno, palabras que fueron aplaudidas tanto por el gobierno como por la oposición, «un hecho suficientemente raro como para ser resaltado», según recoge CathoBel.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»