Tras siglos de prohibición, la pequeña comunidad católica estonia resurge de sus cenizas. El pasado 26 de septiembre, el papa Francisco creó la primera diócesis del país. Al frente de la misma está Mons. Philippe Jourdan, administrador apostólico desde 2005, que llegó de Francia en 1996 y ha adquirido la ciudadanía estonia.
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