Una «pandemia», «espeluzante», «extrema preocupación»…: en estos términos se han referido el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez y la ministra de Educación Pilar Alegría a la amenaza actual del consumo de pornografía en menores. Una preocupación que ha llevado al Consejo de Ministros de este martes a estudiar y aprobar el Informe sobre la protección integral de menores frente al acceso a la pornografía en Internet, como antesala de un pacto de Estado y próxima ley integral que impida el acceso de menores a estos contenidos.
Sánchez justificó la propuesta en Radio Nacional de España en base a datos «absolutamente espeluznantes». Entre ellos, que uno de cada cuatro jóvenes menores de 12 años reconoce haber consumido porno; que casi el 50% de los jóvenes menores de 15 años reconozca que ha consumido, que consume porno; y que en torno al 60% de los menores de 18 años diga que, de manera recurrente, consume». Alegría agregaba que el 25% de los jóvenes entre 12 y 15 años reconocen haber consumido estos contenidos antes de los 12 años.
En el minuto 6, Pedro Sánchez detalla a El País las medidas para enfrentar el acceso de menores a contenidos pornográficos.
El documento aprobado en el Consejo de Ministros pretende sentar las bases de un pacto de Estado que, según Sánchez, tiene como ejes principales la implantación de «sistemas de verificación efectivos para que aquellos menores que se vean llamados por parte de estos contenidos a consumirlos no lo hagan».
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También la creación de dos grupos, uno interministerial entre distintos departamentos afectados (Justicia, Igualdad, Educación e Infancia) y también uno de expertos que está liderando el Ministerio de Juventud e Infancia. En último lugar, se pretende proponer al poder legislativo la aprobación de una ley integral de defensa de protección de los menores ante los contenidos de Internet.
«¿Eres mayor de 18 años?»: la única regulación… y las que vienen
A día de hoy, el acceso a la pornografía y contenidos calificados «para adultos» no encuentra mayor regulación que introducir la dirección a una página web y clicar «sí» a la pregunta de si el usuario es mayor de edad.
Como parte de las nuevas medidas, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) se encuentra elaborando un certificado que acredite la mayoría de edad del usuario. Su funcionamiento sería similar al de los certificados digitales corrientes que acredite la identidad del usuario al navegar por internet.
La Agencia Española de Protección de Datos expresó su intención el pasado mes de diciembre de que el método de verificación esté concluido el próximo verano. Se aplicará a los contenidos calificados como «inadecuados para los menores», que además de la pornografía incluirá la violencia nociva o los portales de apuestas.
De este modo, se añade un nuevo mecanismo con forma de aplicación que no permitirá a los proveedores de contenidos mostrarlos a menores amparándose en que la falsa confirmación de ser mayores de edad. En caso de permitir el acceso a menores, serán investigadas por la AEPD y se enfrentarán a multas que pueden suponer entre el 2 y el 3 % de su facturación anual, según expresó la misma agencia.
Una medida «oportuna» que «llega tarde»
La noticia ha sido celebrada por especialistas y fuerzas de seguridad, aunque con «la boca pequeña». Es el caso del doctor en sociología de la Universidad de las Islas Baleares, Lluís Ballester, que si bien considera la propuesta «muy oportuna», «probablemente llega un poco tarde». Máxime si se compara con otros países como Francia, con planes en vías de consolidación.
Puedes consultar en Religión en Libertad cientos de artículos sobre los peligros y soluciones en la sección de adicción a la pornografía.
«Hay recomendaciones europeas desde ya hace unos años insistiendo en que debe haber un control», recoge El periódico de España.
Silvestre del Río, experimentado policía tutor, coincide en que «hace quince años que lleva pidiendo con urgencia un plan así».
Valentina Milano, profesora de Derecho Internacional de la UIB celebra «que por fin haya conciencia de la gravedad del asunto» y lamenta que el peligro de la pornografía «no se ha vuelto una prioridad hasta que no se ha creado una alarma social».
«Una sensación de trauma»: adicto desde los cinco años
La cadena de televisión Antena 3 mostraba a colación cómo la pornografía tiene el potencial de determinar y destruir vidas, como le ocurrió a Daniel Ribeiro.
Su primer contacto fue a los cinco años, cuando vio por error una película en casa de un amigo.
«Era muy pequeñito, no sabía qué hacer. Me da sensación de angustia, de miedo, salgo corriendo de ahí. Tengo una sensación muy desagradable dentro. Nadie me había dicho que eso estaba mal pero eso me generó un choque muy grande. Lo compararía con una sensación de trauma porque me dejó con malestar durante varios días después», recuerda.
Aquel trauma fue el inicio de largos años de adicción y búsqueda de contenidos «de una manera bastante compulsiva». Recuerda que la entrada en su casa de un ordenador cuando tenía 10 años, «lo cambió todo«.
No podría enfrentar definitivamente el problema hasta que se casó, a los 27 años.
«En ese momento tuve la madurez suficiente de reconocer que esto ya no tiene efecto solo para mi, también le va a causar sufrimiento a ella. En los momentos en los que me veía delante del ordenador o el móvil pensaba en ella y eso me paraba. Pero algunas veces no. Pero si pasaba quedábamos en que yo se lo contaría. Y al provocarle ese sufrimiento pues me dolía mucho y poco a poco fui aprendiendo por qué era tan difícil dejarlo y por qué hace tanto daño en el cerebro y aprender cómo deshacerte de ese condicionamiento».
A sus 37 años, diez años después, Daniel ha logrado superar su adicción y se dedica a ayudar a otras personas en su misma situación. Lograrlo le llevó años.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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