Debió esperar más de cuarenta años para ser ordenado sacerdote. Pasó décadas en prisión u obligado a trabajar en una fábrica, sin dejar nunca de cultivar su vocación, que luego vivió hasta el final, sirviendo a su rebaño en Yunnan. En la historia humana del padre Jacobo Huang Guirong, ex administrador apostólico de la archidiócesis de Kunming, se concentra toda la historia reciente del catolicismo en China.
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