La agenda del Papa de este jueves 7 de noviembre tuvo un color muy español. Francisco se reunió con los seminaristas de la Provincia Eclesiástica de Toledo y con los participantes en la peregrinación promovida por las Madres Agustinas de San Ildefonso, de Talavera de la Reina (España).
«Ustedes saben que los presbíteros tienen que ser cercanos, tienen que fomentar la cercanía: primero, la cercanía con Dios, de tal manera que haya esta capacidad de encontrar al Señor, estar cercano con el Señor. Segundo, cercanía con los obispos, y los obispos cercanía con los presbíteros. Un presbítero que no esté cercano a su obispo es rengo, le falta algo. Tercero, cercanía entre ustedes los presbíteros, que empieza ya desde el seminario y cuarto, la cercanía con el santo Pueblo fiel de Dios», comenzó diciendo Francisco.
«Sólo el encuentro persona a persona, un encuentro enamorado, con Jesús puede iluminar, sustentar y sostener el trascurso de nuestra jornada terrena. Ojalá que ese encuentro sea realmente revulsivo eficaz que transforme nuestra existencia (…). Nuestro ministerio es un acompañar a Cristo hacia su pueblo, y al pueblo hacia Cristo. Ojalá que, sin apartar los ojos de quien nos guía, aprendamos a caminar juntos, en la esperanza del encuentro que ya aquí gustamos de modo sacramental», añadió.
No pierdan el sentido del humor
En el encuentro con los peregrinos de las Agustinas de Talavera de la Reina, el Papa pidió: «Ruego de que no sólo recen por mí, como pido siempre a todos, sino de que sean siempre ejemplo de vida interior, que sean maestras en el arte de la oración, para que, desde el colegio, entre todos los conocimientos que puedan trasmitir a los niños, destaque la capacidad de hablar con Dios, la capacidad de escucharlo, de sentirle presente en todos los momentos de la vida y de aceptar con docilidad sus inspiraciones».
El sacerdote José María Alsina Casanova, superior de los Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, con el Papa durante la audiencia.
«Y, por favor, no pierdan la alegría, no pierdan el sentido del humor. Cuando un cristiano, más aún una religiosa, un religioso, pierde el sentido del humor, se ‘avinagra’, y es tan triste ver a un cura, un religioso, una monja ‘avinagrada’. Están conservados en vinagre. Siempre hay que estar con la sonrisa y el buen humor. Les recomiendo rezar todos los días una oración muy bella de santo Tomás Moro para pedir el sentido del humor (…). La santidad siempre es alegre, desde expresiones de buen humor como San Felipe Neri, ¿no es cierto?, a expresiones de un buen humor más recatado, que es la sonrisa».
Francisco también habló de la situación por la que atraviesa Valencia y, posteriormente, comentó: «¿Ustedes saben que hay gente que no tiene trabajo?, y cuando alguno va a quejarse de que tiene mucho trabajo, piense en los que no lo tienen. Hay gente que no puede pagar el alquiler y que la van a desalojar, y cuando entra en el convento, en la casa parroquial, piense que ‘la tengo gratis’. Cuando uno en su casa parroquial, en su convento, los días de nieve o de lluvia está abrigadito, piense que hay gente que duerme al aire libre, bajo cualquier cosa».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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