Tras años de insistencia, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha logrado introducir el aborto como un derecho en la Constitución francesa, y no le han faltado apoyos: necesitaba 3 quintas partes del total de senadores y congresistas y ha conseguido casi un 90%: 780 votos a favor y 72 en contra. Así, el aborto logra la máxima protección jurídica en el país.
La lista de los 72 diputados que se significaron en contra de este cambio insólito en el Occidente democrático se puede consultar aquí.
Macron y otros presumen de que Francia es el primer país del mundo en tomar esta decisión, pero no es cierto, como recordaba en un discurso el presidente de la Marcha por la Vida en Francia, Nicolas Tardy-Joubert. «La Yugoslavia del dictador Tito ya lo hizo y este texto fue posteriormente abolido. Obviamente es difícil cambiar una Constitución, pero esto es una prueba de que nunca es irreversible«, declaró.
Francia imita así a una fracasada dictadura comunista, nada respetuosa con la vida ni la libertad, que se rompió y llevó a una guerra civil empobrecedora pocos años después.
El lazo entre aborto y tiranía lo explicaba Juan Pablo II
¿Hay una ligazón entre tiranía y aborto legal? El obispo de Bayona, Marc Aillet, ha recordado que sí la hay y que San Juan Pablo II, que conocía bien las dictaduras comunistas (y otras) ya lo denunció, en el párrafo 70 de su encíclica Evangelium Vitae:
«Cuando una mayoría parlamentaria o social decreta la legitimidad de la supresión de la vida humana por nacer, incluso bajo ciertas condiciones, ¿no está tomando una decisión ‘tiránica’ hacia el ser humano más débil e indefenso? La conciencia universal reacciona con razón ante los crímenes contra la humanidad de los que nuestro siglo ha tenido la triste experiencia. ¿Estos crímenes dejarían de serlo si, en lugar de ser cometidos por tiranos sin escrúpulos, estuvieran legitimados por el consentimiento popular?»
Y Aillet sigue citando a Juan Pablo II y Evangelium Vitae, 53: «Dios será el juez exigente de cualquier violación del mandamiento ‘no matarás’, situado en la base de toda la convivencia de la sociedad. Él es el ‘goel’, es decir, el defensor de los inocentes«.
Recuerda que el Concilio Vaticano II declaró que el aborto es un «crimen abominable», y que Evangelium Vitae tiene claro que es el «asesinato deliberado de una persona humana inocente».
Además, Aillet añade que es «una ofensa a la ciencia, una especie de regresión científica», como si la genética moderna no hubiera demostrado hace ya mucho que el individuo humano en el seno materno es ya un individuo distinto a su madre. Aillet critica también que esta decisión ha olvidado al feto en el debate, pero también ha olvidado que hasta el 70% de las mujeres que acuden al aborto lo hacen sintiéndose presionadas y empujadas, y lo sufrirán como un trauma.
El provida Nicolas Tardy-Joubert ha recordado que desde que la Ley Veil en 1975 despenalizó el aborto, esta práctica (y negocio) ha causado más de 10 millones de muertes de pequeños seres humanos en el país, que hoy serían adultos franceses si no se les hubiera matado. «Lo que corría peligro en Francia no es el aborto, sino el derecho a nacer», denuncia.
Tardy-Joubert considera que la medida de los parlamentarios es «una derrota del pensamiento, una carrera mortal y precipitada, todo de acuerdo con la agenda establecida por la extrema izquierda, respaldada por el gobierno y apoyada por poderosos grupos de presión. Quieren silenciarnos, esconder nuestras luces, pero no nos callaremos. Los debates en la AN y en el Senado fueron vigorosos y agradecemos a los 80 diputados y senadores valientes, que ya se han opuesto o se opondrán a este texto injusto», añadió.
También lamentó que el aborto se vea no como una tragedia «sino una oportunidad que debía celebrarse con júbilo. Es una locura pensar eso». Y añade: «La pena de muerte ha sido abolida para los culpables pero se ha establecido para los inocentes. Así, Constitución queda completamente subvertida».
Además, como otros líderes sociales, Tardy-Joubert ve que el cambio en la Constitución se va a usar contra muchas libertades, incluyendo la libertad de objeción de conciencia y las resistencias a la anticoncepción.
«Votar a favor de un texto así es destruir nuestra humanidad, para la cual la prohibición de matar es fundamental, y precipitar la caída de nuestra civilización«, concluyó.
Apenas 72 diputados y senadores, ni el diez por ciento del total, votaron claramente contra el aborto en la Constitución de Francia.
Macron, exultante, se vanagloria
Mientras tanto, Macron no presenta la medida como un mal necesario o una triste necesidad de emergencia, sino que exulta asegurando que es motivo de “orgullo francés” y un “mensaje universal”, y orquestó toda una ceremonia de firmas abierta al público con lo que muchos han llamado «pompa y boato versallesco».
La mayoría de los diputados y senadores, reunidos en el Congreso de Versalles, aplaudieron al anunciarse los resultados de la votación, como si fuera una fiesta o un logro.
El primer ministro Gabriel Attal incluso aseguró que así se iniciaba una «era de un mundo de esperanza».
Macron en X (antiguo Twitter) pidió celebrar «juntos la entrada de una nueva libertad garantizada en la Constitución, en la primera ceremonia de sellado de nuestra historia, abierta al público. Reunámonos este 8 de marzo, Día Internacional de los Derechos de las Mujeres».
La web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia intenta adoctrinar a todo el mundo con la idea de que la «ceremonia de sellado», el uso del sello de la República sobre esta norma es «una marca distintiva y signo de autoridad» para «ocasiones solemnes como la firma de la Constitución y eventualmente para cualquier modificación. El sello actual de la República es el de la Segunda República, instaurada en 1848″.
También ha felicitado a Francia el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus: «Celebramos la decisión de Francia de garantizar los derechos de las mujeres y salvar sus vidas», ha publicado Tedros en su cuenta de Twitter, sin tener en cuenta para nada las vidas de los fetos, ni siquiera de los fetos de sexo femenino, ni los datos reales sobre los dañinos efectos sanitarios del aborto en la mujer.
Los obispos franceses convocaron a ayunar
La Presidencia de los obispos franceses anunció que apoyaba el llamado a oración y ayuno que habían lanzado varias asociaciones católicas. En una nota, recordaron que «de todos los países europeos, incluso de Europa occidental, Francia es el único donde el número de abortos no disminuye e incluso ha aumentado en los últimos dos años».
Los obispos creen que varios diputados que han votado a favor de esta norma lo hicieron «avergonzados y obligados».
«Como católicos, siempre tendremos que permanecer servidores de la vida de todos y cada uno, desde la concepción hasta la muerte, artesanos del respeto a cada ser humano, que es siempre un don dado a todos los demás, para apoyar a quienes eligen conservar a su hijo incluso en situaciones difíciles», añadieron. «Recemos para que nuestros conciudadanos redescubran el gusto por la vida, por darla, por recibirla, por acompañarla, por tener y criar hijos», dice la nota firmada por el presidente de los obispos, Éric de Moulins-Beaufort, arzobispo de Reims, y los vicepresidentes, Vincent Jordy, arzobispo de Tours y Dominique Blanchet, obispo de Créteil.
La Pontificia Academia para la Vida se pronuncia
«La defensa de la vida no es una ideología, es una realidad, una realidad humana que afecta a todos los cristianos, precisamente porque son cristianos y humanos», ha declarado la Pontificia Academia para la Vida, citando un discurso del Papa Francisco del 25 de marzo de 2020. «En la era de los derechos humanos universales, no puede haber un derecho a suprimir una vida humana», protesta la institución vaticana.
La Academia pide «a todos los gobiernos y a todas las tradiciones religiosas que hagan todo lo posible para que, en esta fase de la historia, la protección de la vida se convierta en una prioridad absoluta, con medidas concretas a favor de la paz y la justicia social», buscando «proteger ante todo a los más débiles y vulnerables· y recordando que «la protección de la vida humana es el primer objetivo de la humanidad».
La contradicción de la derecha abortista
Agrupación Nacional (Ressemblement Nacional), el partido de Marine Le Pen, nacionalista y muy contrario a la inmigración, sumaba 91 congresistas entre diputados y senadores, y 49 de ellos han apoyado la consagración del aborto en la Constitución (de hecho, sólo 11 se opusieron, el resto se abstuvo o se ausentó). Olivier Frèrejacques, presidente de Liberté Politique, escribió: «Quienes critican la inmigración pero defienden el aborto son inconsistentes. Una civilización existe gracias a la vitalidad de su población. Una población que no quiere reproducirse está condenada a morir, a ser reemplazada. Rechazar la fuerza vital y el riesgo que implica es el destino de una sociedad que está muriendo y a la que quizás incluso sea necesario poner fin. La cuestión del aborto es el mayor tabú de nuestro tiempo. Vimos esto con la controversia de CNews donde un periodista simplemente presentó las cifras de aborto y fue condenado por todos sus colegas».
Frèrejacques añadió: «La libertad de expresión probablemente será la gran perdedora de esta constitucionalización del aborto. Al proteger esta práctica, el legislador podrá utilizar fácilmente las armas de la censura contra los detractores del aborto. La objeción de conciencia también se verá amenazada».
Aliance Vita: de intentar el aborto escaso a fomentar el aborto presionada
La plataforma provida Aliance Vita ha publicado un comunicado protestando porque «hemos pasado de la posibilidad del aborto, ‘controlarlo y, en la medida de lo posible, disuadir a la mujer’, a un derecho al aborto, reivindicado ‘sin restricciones’. La inclusión de la libertad de abortar en la Constitución marca un paso adicional y altamente simbólico hacia la trivialización de un acto que pone en juego la vida humana».
Recuerda que en 2022 hubo récord de abortos: 234.000 mujeres, casi 17 por cada mil en edad fértil. Aliance Vita recuerda los condicionantes sociales que llevan al aborto, y las estadísticas que lo relacionan con violencia contra las mujeres, presiones de parejas, etc…
«Aliance Vita, que apoya a las mujeres desde hace más de 20 años, señala que muchas mujeres que se enfrentan a embarazos inesperados recurren al aborto a regañadientes, muy a menudo bajo la presión de los hombres, pero también de quienes las rodean o por razones económicas», insisten. «Frente a estas realidades que apenas parecen conmover a los poderes públicos, la constitucionalización de la libertad de aborto parece muy desconectada».
«Incluso si se constitucionaliza, el aborto, nunca trivial, no debería volverse inevitable. Llevamos años pidiendo un estudio en profundidad sobre las causas y consecuencias del aborto. Proponer una política de prevención es más necesario que nunca. Frente al negacionismo político, y con el fin de liberar las voces de las mujeres, estamos preparando una campaña de sensibilización sobre los vínculos entre el aborto y la presión, la violencia y la discriminación contra las mujeres al inicio del embarazo», anuncian los provida.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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