En la reflexión preparada por el Pontífice para la Audiencia General del Miércoles Santo, anulada por la convalecencia en curso, el Santo Padre ha recordado la parábola del Hijo Pródigo y ha asegurado a los fieles que no importa lo lejos que nos hayamos desviado, nuestro Padre amoroso nos espera con los brazos abiertos.
More Stories
El Estado y la libertad
El Parlamento Europeo aprueba medidas contra el acceso de menores a la pornografía en internet
Denuncian presiones a pacientes para que pidan la eutanasia en Canadá