06/01/2025

Francisco, en el Ángelus: «Dios no se detiene nunca, no tengamos miedo a dar el primer paso»

La mañana de este domingo 5 de enero, el Papa Francisco comentó el Evangelio del día previo al acostumbrado rezo del Ángelus desde su balcón ante la Plaza de San Pedro.

En su intervención, Francisco comenzó remarcando cómo el Evangelio de hoy -Juan 1,1-18- “nos recuerda lo poderoso que es el amor de Dios, que no se deja vencer por nada y que, más allá de obstáculos y rechazos, continúa resplandeciendo e iluminando nuestro camino”.

Algo que según el Papa se ve especialmente en Navidad, con el Hijo de Dios hecho hombre. Él “comparte la vida humilde de María y José, que lo acogen y crían con amor, pero con las posibilidades limitadas y las dificultades propias de quien no tiene medios. Se ofrece, frágil e indefenso, al encuentro con los pastores, hombres con el corazón marcado por la crudeza de la vida y por el desprecio de la sociedad; y después con los Magos, que movidos por el deseo de conocerlo afrontan un largo viaje y lo encuentran en una casa de gente común, en gran pobreza”.

Ante estos desafíos que Francisco define como “contradicciones”; comenta que Dios “no se detiene nunca” y que encuentra miles de modos para llegar a todos y a cada uno de nosotros, allí donde nos encontremos, sin cálculos y sin condiciones, abriendo también en las noches más oscuras de la humanidad ventanas de luz que la oscuridad no puede cubrir”.

Especialmente en un tiempo como el presente, marcado por la necesidad de “luz, esperanza y paz”, esta realidad “nos consuela y nos da valor”: “Parece imposible salir de tantas situaciones, ¡pero hoy la Palabra de Dios nos dice que no es así! Es más, nos llama a imitar al Dios del amor, abriendo destellos de luz donde podamos, con cualquiera que nos encontremos, en todos los contextos: familiar, social, internacional. Nos invita a no tener miedo de dar el primer paso”.

Esa es para Francisco la invitación del Señor hoy, “no tener miedo a dar el primer paso”.

“Hace falta valor para hacerlo, pero no tengamos miedo. Abriendo ventanas luminosas de cercanía a quien sufre, de perdón, de compasión y de reconciliación: estos son los muchos primeros pasos que debemos dar para hacer el camino más claro, seguro y posible para todos”; agregó.

Francisco concluyó el comentario al Evangelio llamando a los fieles a cuestionarse de qué formas pueden ellos abrir una “ventana de luz” en sus ambientes y relaciones, o incluso ser “un resquicio que deje pasar el amor de Dios”. “Que María, estrella que guía a Jesús, nos ayude a ser para todos testigos luminosos del amor del Padre, finalizó.

Tras los acostumbrados saludos tras el rezo del Ángelus, Francisco llamó a seguir rezando por la paz en Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, Siria, Myanmar, Sudán.

“Que la Comunidad internacional actúe con firmeza para que en los conflictos se respete el derecho humanitario. Basta de golpear a los civiles, basta de golpear las escuelas, los hospitales, basta de golpear los lugares de trabajo. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota, ¡siempre!”, remarcó.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»