Francisco expulsó este miércoles a nueve destacados miembros del Sodalicio de Vida Cristiana, sociedad de vida apostólica fundada en 1971 en Perú por Luis Fernando Figari (también expulsado el pasado 14 de agosto). Así informó en nota de prensa la Nunciatura Apostólica en el Perú a través de la Conferencia Episcopal Peruana.
La decisión del Papa es consecuencia de la investigación llevada a cabo en julio y agosto de 2023 por el arzobispo Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, comisionados para ello por la Santa Sede en «misión especial».
Los expulsados son:
-el ex superior general, laico, Eduardo Antonio Regal Villa;
-el arzobispo emérito de Piura, José Antonio Eguren Anselmi, cuya renuncia había aceptado el Papa en abril;
-los ex superiores regionales, los sacerdotes Rafael Alberto Ismodes Cascón y Erwin Augusto Scheuch Pool;
-los ex formadores Humberto Carlos del Castillo Drago y Óscar Adolfo Tokumura Tokumura, laicos, y Daniel Alfonso Cardó Soria, sacerdote;
-los ex miembros incorporados, laicos, Ricardo Adolfo Trennemann Young y Miguel Arturo Salazar Steiger;
-el periodista Alejandro Bermúdez Rosell.
«Para adoptar tal decisión disciplinar se ha considerado el escándalo producido por el número y la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas, particularmente contrarios a la vivencia equilibrada y liberadora de los consejos evangélicos en el contexto del apostolado eclesial», dice el comunicado de la nunciatura.
Y a continuación, enumera los hechos pero sin identificar qué acusación se refiere a qué persona: «1) Abuso físico, incluso con sadismo y violencia; 2) abuso de conciencia, con métodos sectarios para quebrar la voluntad de los subordinados; 3) abuso espiritual, con instrumentalización en el fuero externo de la información obtenida en el fuero interno no sacramental o dirección espiritual; 4) abuso del cargo y de autoridad, con episodios de hackeo de las comunicaciones y acoso en el lugar de trabajo así como encubrimiento de los delitos cometidos en el seno de esta institución; 5) abuso en la administración de los bienes eclesiásticos; 6) abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo».
Por último, el texto indica que el Papa y los obispos donde está presente el Sodalicio, «entristecidos por lo ocurrido, piden perdón a las víctimas y se unen a sus sufrimientos», pidiendo a dicha sociedad de vida apostólica «que inicie un camino de justicia y reparación».
Los comentarios de la archidiócesis de Denver (Estados Unidos)
Tras conocer esta noticia, la archidiócesis de Denver, donde residen varios de los expulsados y cuyo obispo es Samuel Aquila, dio a conocer también una «declaración» en la que la diócesis manifiesta estar «conmocionada y entristecida» con la noticia de esa expulsión. No puede comentar «los detalles» de la «investigación del Vaticano», pero afirma que la noticia «es inconsistente con nuestra larga experiencia de los hombres que han servido en la arquidiócesis de Denver».
«Entre los nombrados que viven aquí, el padre Daniel Cardó ha servido noble y fielmente en Colorado durante 17 años. Durante su tiempo aquí, el padre Daniel no ha enfrentado una sola acción disciplinaria en su contra. Es amado por sus feligreses y muy respetado en la comunidad. La comunidad parroquial de Holy Name en Sheridan, que alguna vez estuvo decadente, ahora está prosperando debido a su compromiso con el Señor y aquellos a quienes sirve. De manera similar, Eduardo Regal y Alejandro Bermúdez han servido fielmente y con distinción en la arquidiócesis de Denver y los hallazgos en su contra son profundamente decepcionantes, por decir lo menos», concluye el texto.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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