Grandeza, belleza y ciencia ¿llevan a Dios? Debaten un creyente y un agnóstico en Creo TV

Hacia el año 150 antes de Cristo, un filósofo judío escribió en el Libro de la Sabiduría (13,5): «Partiendo de la grandeza y la belleza de lo creado, se puede reflexionar y llegar a conocer a su Creador».

¿Es posible decir hoy lo mismo, con lo que nos enseña la ciencia moderna? ¿También hoy la grandeza y la belleza, llevan a Dios? El hombre de hoy, ¿es capaz de ver esa grandeza? ¿La ciencia moderna da datos nuevos sobre Dios?

Estos son los temas que abordan en un interesante debate en Creo TV Jesús Herrero Yagüe, que se define como agnóstico, y José Carlos González-Hurtado, que es católico. Jesús Herrero es un pensador con un toque a veces humorístico, y a veces más amargo o desencantado, como se constata en su libro Conversaciones con el señor W: metaforismos y divagatextos, lleno de reflexiones breves y agudas.

José Carlos González-Hurtado es autor del libro Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios (VozdePapel), un libro de divulgación, reciente y de gran éxito, que recoge con detalle y abundancia novedades en cosmología, física y en ciencias naturales que muchos pensadores no teístas de hace cien años no pudieron ponderar.

El moderador es Pablo J. Ginés, subdirector de ReligionEnLibertad, quien intenta centrar el tema en las ideas de grandeza, belleza e indicios de inteligencia creadora. Por ejemplo, compara con lo que hacen los detectives: si se encuentra un cadáver, ¿ese fallecimiento fue intencionado -había una inteligencia detrás- o fue una causa no intencionada -un accidente o enfermedad?).

Belleza en la Naturaleza, ¿por qué?

Y surgen otras preguntas: ¿Puede la ciencia detectar Inteligencia creadora en el cosmos? Y si Dios existiera, ¿se parece más a un ingeniero que planifica o a un músico de jazz que improvisa?

También se plantea el comentario de Frank Wilczek, el reciente Nobel de Física, que dijo: «Descubrimos tanta belleza en la simetría del mundo, esa simplicidad conceptual... ¿por qué?»

«Considero que tanto la grandeza como la belleza pueden ser consecuencia, exclusivamente, de un azar», plantea al inicio Jesús Herrero, como agnóstico. «No hay esa grandeza y belleza en otros planetas a los que tenemos acceso».

Un libro recomendable por su ciencia

Jesús Herrero, que ha leído el libro de González-Hurtado, lo recomienda a todo el mundo, porque es un libro, dice, que profundiza en los descubrimientos científicos de nuestra época. «Desde ese punto de vista lo recomiendo», dice. Objeta a la palabra «evidencia», que según la RAE es «certeza clara de la que no se puede dudar», «certidumbre tal que sostener lo contrario sea tenido por temeridad».

Jesús Herrero, desde una postura agnóstica, alaba el libro de González Hurtado por su abundante información sobre Historia de la Ciencia, pero no comparte sus conclusiones teológicas.

González-Hurtado responde (tras citar a varios físicos teístas importantes del siglo XX) que «es una temeridad, con las evidencias que hay en la ciencia, no darse cuenta que hay un Dios creador». Jesús Herrero responde que «en mi opinión, afirmar a Dios es tan temerario como negarlo». González-Hurtado insiste en que con los nuevos datos, lo temerario es negarlo, no afirmarlo.

El debate a veces entra en temas más de filosofía que de ciencia. «Sí, lo de la causa incausada en filosofía», admite González-Hurtado al moderador. «Pero el Big Bang ha llevado a creer a muchísimos científicos, que menciono en el libro», añade.

Después, planteado el tema de la asombrosa lógica que hay en las matemáticas, y de que las matemáticas logren expresar (y predecir) fenómenos naturales, González-Hurtado plantea: «Nadie duda de que si hay un lenguaje, hay una inteligencia, y las matemáticas son ese lenguaje».

Juan Carlos González-Hurtado cree que la ciencia moderna muestra un mundo más grande, más bello y mucho más complejo, y que todo eso encaja mejor con un Dios creador.

Calcular probabilidades: ¿demasiada casualidad?

Herrero luego defiende que el universo es tan grande y tan antiguo que no es tan raro que haya surgido la vida y la inteligencia.

González-Hurtado responde que el tamaño y edad del universo son limitados, así que se pueden hacer cálculos (que su libro recoge) y según esos cálculos las probabilidades de que surgiera vida, y luego vida inteligente, son tan pequeñas que nadie puede creer que sean por mero azar. «Es más probable que me toque la lotería todos los días en todas las loterías del mundo, a que surja la vida«, señala.

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Hacia el final del debate, Herrero considera que es humilde la postura del agnóstico que reconoce que no tiene respuesta a las grandes preguntas, «aunque no dudo que con el tiempo avanzaremos mucho». Después, aunque no es un tema de ciencia, plantea el problema del mal en los últimos minutos. ¿Cómo hay tanto mal en el mundo si dicen los cristianos que Dios es bueno e hizo el mundo?. Propone, por ejemplo, que Dios podría haber creado a los hombres «en el Cielo, directamente«.

«Entonces no seríamos humanos«, responde González-Hurtado, entre otras valoraciones.

«Es difícil diseñar seres humanos, que amen libremente, parece. ¿Yo lo habría hecho mejor?«, plantea, medio en broma, el moderador, para cerrar.

Vea aquí completo el debate (1 hora):

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