El sábado por la noche, vigilia de la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, la sección de la Adoración Nocturna Española del Tibidabo celebró su tradicional vigilia en la parroquia barcelonesa de Santa Teresita, en el barrio de Gracia.
Esta parroquia acoge a los adoradores nocturnos que tuvieron que abandonar en junio de 2021 el Tibidabo, que era su lugar tradicional de adoración.
En esta vigilia, a la que asistieron más de 500 personas, se impusieron insignias a los 30 nuevos adoradores nocturnos. Los asistentes dieron gracias a Dios por los frutos espirituales de los 66 años de adoración nocturna en esta sección.
Vigilia de Cristo Rey con la Adoración Nocturna del Tibidabo en la parroquia de Santa Teresita, el 23 de noviembre de 2024.
Un adorador beatificado como mártir
Fue un día especialmente activo y alegre en Barcelona, puesto que por la mañana del mismo sábado se beatificó a Antonio Tort Reixachs, adorador nocturno y padre de familia numerosa, martirizado en 1936 en Barcelona por odio a la fe. Tort fue sorprendido por milicianos alojando en su domicilio familiar al obispo de la ciudad, Manuel Irurita. Fueron fusilados en las tapias del cementerio de Moncada.
El beato mártir Antonio Tort con su numerosa familia, era miembro de Adoración Nocturna.
La parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, situada en el barrio de Gracia, se empezó a construir en 1932 bajo el pontificado del obispo Manuel Irurita. Curiosamente el mismo obispo bendijo la primera estatua del Corazón de Jesús del Tibidabo, instalada provisionalmente en la terraza del Templo el 3 de febrero de 1935 ante 14.000 devotos. El obispo Irurita era un gran devoto de la santa de Lisieux, y como obispo de Lérida ya había promovido un santuario dedicado a Santa Teresita.
Los adoradores conmemoraron también con ilusión los 350 años de las apariciones del Sagrado Corazón a la religiosa Santa Margarita María Alacoque, agradecieron la reciente encíclica papal Dilexit Nos sobre el Sagrado Corazón, y ofrecieron la vigilia por el párroco don Enric Ribas, recién operado de una afección cardíaca.
La ceremonia -en una iglesia rebosante de familias y jóvenes- fue oficiada por el obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova. El prelado felicitó a los 30 nuevos adoradores, 25 veteranos (144 vigilias), constantes (250 vigilias) y ejemplares (500 vigilias), e impuso las insignias a los 27 niños tarsicios que este año han empezado sus turnos de adoración. El obispo también recibió una insignia de adorador nocturno, porque no es infrecuente verlo acompañar a sus fieles en las vigilias de adoración. Vilanova animó a los adoradores a perseverar en la oración diaria y configurar su vida alrededor de la Eucaristía.
Parte de la colecta, para las inundaciones
Se anunció que parte de la colecta se destinaría a la Adoración Nocturna de Catarroja, afectada por las inundaciones. Al final de la celebración, el obispo salió a las puertas del templo y bendijo la ciudad con el Santísimo, mientras los files entonaban el himno eucarístico Cantemos al amor de los amores. La vigilia finalizó pasada la medianoche con un resopón fraterno.
«Es muy significativo ver cómo cada vez hay más gente que quiere pasar una noche con el Señor. Conscientes de nuestra nada, es un regalo poder acompañar cada noche al Sagrado Corazón hecho Eucaristía, con espíritu de adoración, agradecimiento y reparación por nuestros pecados y los de todo el mundo», explicó el presidente.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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